Los hemofílicos españoles reivindican tratamientos más seguros y más cómodos
El 60% de los 3.000 españoles diagnosticados de hemofilia reciben un tratamiento 'clásico' que deben inyectarse varias veces por semana
La hemofilia es una enfermedad genética que afecta a la coagulación de la sangre. Por eso, hace años, muchos hemofílicos morían a causa de hemorragias. Actualmente, sin embargo, allí donde quienes la sufren pueden costearse el tratamiento, la hemofilia se ha convertido en una afección crónica.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Hemofilia, una enfermedad que sufren 400.000 personas en todo el mundo... y que en 40 años ha pasado de ser mortal a ser crónica.
Más información
En España hay 3.000 personas diagnosticadas pero no todas reciben el mismo tratamiento: la mayoría, un 60%, utiliza derivados del plasma. Un tratamiento que deben inyectarse dos o tres veces por semana. A otras, en cambio, sus médicos les han prescrito recombinantes desarrollados en laboratorio. Fármacos más modernos, más seguros y más cómodos, porque requieren una sola inyección semanal.
El presidente de la Federación Española de Hemofilia (FEDHEMO), José Antonio Muñoz, reclama este tratamiento para todos los hemofílicos españoles, vivan donde vivan, porque "cambia totalmente", para bien, "la calidad de vida de niños y adultos".
Muñoz pide también que el tratamiento de la hemofilia se aborde de forma integral, con fisioterapeutas o psicólogos. De esta forma, dice Muñoz, los costes del tratamiento, que en un principio serían más elevados, podrían rentabilizarse enseguida porque se evitan complicaciones.
Pero más allá de las reivindicaciones para España, Muñoz denuncia también que "de las 400.000 personas que padecen hemofilia en el mundo, solo una cuarta parte recibe el tratamiento adecuado".