Rossi manda al Zaragoza de vuelta a los puestos de descenso

El Villarreal sufrió para ganar los tres puntos ante un Zaragoza muy peleón. Lo hizo por un solo gol y de penalti en un partido en el que si en la primera parte fue superior e incluso pudo golear, en los segundos cuarenta y cinco minutos tuvo que sufrir y encontró el gol en la única jugada de peligro que generó en esta segunda parte.

El Zaragoza aguantó vivo la primera parte y perdonó en la segunda, cuando mejor estaba jugando. Y se encontró por ello con una derrota que le deja en zona de descenso, cuando parecía que estaba en el camino de lograr un buen resultado.

Así la primera parte fue vistosa y con muchas jugadas de ataque por parte de ambos equipos en su primera media hora. Fue el Villarreal el que dispuso de más ocasiones y más claras, pero el Zaragoza, al contragolpe, gozó de algunas opciones de peligro.

Lo curioso es que viendo el planteamiento inicial de los zaragocistas, con una línea de tres centrales y un planteamiento más defensivo, se podía pensar en un partido trabado y espeso. Pero salió un Villarreal alegre y con la intención de buscar la portería contraria desde el pitido inicial.

La demostración clara de ello fueron las cinco ocasiones claras de gol, que fueron abortadas por la gran actuación de Toni Doblas. Y es que el guardameta del Zaragoza, salvó, ya a los diez minutos, el primer mano a mano con Rossi. Una jugada que se repitió a los veinte minutos, en una acción en la que tras un mano a mano de nuevo con el italiano, Cazorla no pudo encontrar el gol a portería vacía tras una salida desesperada de Doblas.

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Sufría el Zaragoza, pero lo hacía esperando su opción al contragolpe. Y lo encontró a los 16 minutos. Pero no supo acertar Uche ante un acertado Diego López cuando parecía casi imposible no marcar.

Esa fue sin duda la ocasión que esperaba el Zaragoza y que no supo acertar, a la que sumó varios disparos lejanos y poco más.

Tras esa jugada siguió el Villarreal con su línea de juego, con la que dispuso de varias ocasiones más de gol a pies de Nilmar, que no superó a Doblas muy escorado a los 23 minutos. O un disparo de Rossi que el portero sacó con una gran estirada a los 31 minutos.

Con ello, y viendo que ya el dominio del Villarreal era claro, el Zaragoza cerró líneas y empezó a intentar parar el juego de su rival con un fútbol más agresivo.

Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaron muy diferentes a los primeros. Salió el Villarreal en busca del gol y el Zaragoza, a la espera de su oportunidad.

Pero desde el primer minuto, los locales perdieron el balón y el dominio del juego. Y el Zaragoza encontró la tranquilidad y las opciones de gol y de peligro.

Y fue Uche el que a los cuatro minutos volvió a quedarse solo ante Diego López. El guardameta volvió a salvar a su equipo en un mano a mano muy claro. Una jugada que curiosamente pudo repetirse cuando Mario le limpió un balón a Bertolo cuando éste encaraba otra vez a Diego López.

Fueron sin duda los mejores momentos del Zaragoza, que dispuso de otra opción en una pelota dividida que otra vez el portero local tuvo que tapar a la desesperada.

Fue un cuarto de hora en el que los locales no encontraban las opciones de generar peligro con asiduidad y que hicieron protagonista al portero del Villarreal. Fueron veinticinco minutos de control claro de los aragoneses, de varias llegadas y con un Villarreal perdido y sin reacción.

Pero esta claro que la diferencia entre ambos equipos esta en el potencial arriba y en sus hombres de ataque. Y si los locales habían perdonado en la primera parte, no lo hicieron en la segunda, en su única opción. Rossi se encontró un balón muerto en el área y esperó la entrada de un desesperado Ponzio, que arrolló al italiano y que regaló el gol que tanto le estaba costando encontrar con su juego.

Un gol que no hacía justicia a los visto en la segunda parte, pero sí por lo realizado en los primeros cuarenta y cinco minutos.

El Zaragoza buscó el gol a la desesperada en la recta final, pero ya cansado lo hizo sin suerte.