Veinte presos saharauis inician una huelga de hambre en Marruecos
Reclaman un juicio justo tras ser arrestados en noviembre del año pasado por su relación con el campamento de protesta de Gdeim Izik, en El Aaiún, y los disturbios ocasionados tras su desmantelamiento
Veinte prisioneros comienzan este martes en la cárcel de Salé, cerca de Rabat, una huelga de hambre "dadas las condiciones difíciles e inhumanas a las que estamos sometidos", aseguran los detenidos en un comunicado. Llevan más de cinco meses encarcelados, sin haber sido juzgados, a la espera de que lo haga el Tribunal Militar de Rabat. Su principal demanda se basa en la "aceleración" de sus juicios y en que estos sean "justos e imparciales"
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El desmantelamiento, el 8 de noviembre de 2010, del campamento de jaimas (tiendas nómadas) que miles de saharauis instalaron como protesta un mes antes a 15 km de El Aaiún, la capital administrativa del Sáhara Occidental, dejó algo más que miles de tiendas incendiadas y un halo de incertidumbre alrededor de lo que realmente ocurrió ese día y las semanas de después. Marruecos cerró a cal y canto el territorio del Sáhara Occidental. Tan solo un puñado de periodistas, entre ellos, un equipo de la Cadena SER, fue capaz de entrar, temporalmente, a El Aaiún, para informar, o al menos intentarlo, de lo que estaba sucediendo.
Decenas de civiles saharauis fueron detenidos por las fuerzas de seguridad. Muchos resultaron encarcelados en la prisión de El Aaiún. Otros veinte se encuentran desde entonces en la cárcel de Salé, localidad vecina a la capital Rabat. Más de cinco meses en prisión sin haber sido juzgados. Algunos, como el activista Enaama Asfari, fueron arrestados incluso antes del desmantelamiento. "Aasfari fue detenido el día 7 de noviembre, por lo que no tuvo nada que ver con los disturbios del desmantelamiento", afirma a la Cadena SER Abdeslam Omar, presidente de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA). "Lo único que hizo", continúa, "fue vigilar el cumplimiento de los derechos humanos e intentar introducir en el campamento a un diputado francés para que éste viera lo que ocurría dentro".
"Reclaman ser considerados como presos políticos, que les traten como seres humanos", además de que "su juicio sea independiente y justo" insiste Abdeslam Omar, quien también se queja del trato que están recibiendo los prisioneros. "Tenemos constancia, al igual que organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, de que, al menos durante las dos o tres primeras semanas del encarcelamiento, los detenidos fueron torturados, vejados e incluso hubo casos de agresión sexual".
Desde AFAPREDESA aseguran estar "muy preocupados" con esta decisión que han tomado los prisioneros, ya que la huelga de hambre va a ser, en principio, indefinida, con "los problemas que esto puede acarrear para su salud", subraya Omar. No se trata de la primera huelga de hambre que realizan estos presos, ya que, según aseguran en su comunicado, ya llevaron a cabo otras en febrero y en marzo, aunque de tiempo determinado.
Además de demandar un juicio justo y una mejora de sus condiciones de vida, entre las que incluyen más facilidades de visita para sus familiares, los prisioneros instan a Naciones Unidas, la Unión Europea, Francia y España a "hacer presión sobre el Estado marroquí" para "proteger sus derechos como presos políticos saharauis". En lo que concierne al resto de saharauis detenidos en relación a estos acontecimientos, ayer lunes fueron liberados 12 presos de la bautizada como "cárcel negra" de El Aaiún. Actualmente, se encuentran en libertad provisional. "Marruecos se quiere así lavar las manos para no llevarles a un juicio que ahora mismo va a ser seguido por los informadores internacionales", concluye Omar.