El Mallorca celebra la permanencia en un final dramático

Nunca una derrota se había celebrado con tanto júbilo en el campo mallorquinista. El Mallorca estuvo a punto de remontar un partido imposible. Se quedó a medio camino, y los jugadores y el público tuvieron que esperar hasta que finalizara el partido en La Coruña para celebrar la decimoquinta temporada consecutiva en Primera división

El equipo de Laudrup se jugaba la vida en noventa minutos y eso se notó desde el principio, con una salida en tromba, asfixiando al rival en todas las zonas del campo, espoleado por la marea "rojilla" que llenó las gradas del Iberostar Estadi, en una entrada histórica. Sin pausa, y con un ritmo frenético, el Mallorca avisó al Atlético que iba a luchar hasta la extenuación para amarrar el resultado y no tener que sufrir en los minutos finales, ni tampoco, quedar a expensas de los resultados de los otros equipos involucrados en la lucha por evitar el descenso.

Lo que ocurre es que enfrente también tenía a un adversario que se jugaba bastante, como es llegar a la Europa League sin depender de una fase previa. Y además, con un equipo integrado por futbolistas de gran calidad, entre ellos, el Kun Agüero, que no desaprovechó la primera ocasión que tuvo para marcar (min. 12) y enfriar los ánimos en las gradas. El Mallorca había estado al margen del lío por el descenso toda la temporada, pero llegaba a último partido enfangado por sus propios deméritos. Y con un 0-1 en contra, todo se hizo más difícil.

El Kun Agüero fue una pesadilla para la defensa balear. Veloz como el rayo, con mil recursos futbolísticos, realizó una auténtica exhibición ante una zaga descompuesta por la excelsa calidad del jugador sudamericano. En el minuto 17, el segundo gol, obra de Juanfran, dejó al Mallorca en situación crítica y, ahora sí, muy pendiente de lo que ocurría en otros campos. Necesitaba dos goles para salvarse, demasiados teniendo en cuenta la enorme superioridad que estaban demostrando los ''colchoneros'', muy cómodos sobre el terreno de juego, siempre buscando los espacios.

Para más desgracia balear, todos sus intentos por acortar distancias en el marcador se toparon con un espléndido De Gea, que paró cuatro remates de gol, dos a Pereira (minutos, 23 y 30) y dos a Nsue (minutos 14 y 47). El Kun pudo sentenciar poco antes de que concluyera la primera parte, pero su remate se fue alto.

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El Mallorca salió a jugarse el todo por el todo en la reanudación, y Laudrup sustituyó al defensa Pau Cendrós por un centrocampista, el brasileño Joao Víctor. El tercer gol del Kuh -un golazo- parecía sentenciar el partido, pero Nsue, de penalti, y Webó, dieron vida a un Mallorca, ahora sí, lanzado al ataque y convirtiendo a De Gea en el mejor jugador visitante.

El tramo final del encuentro fue dramático y su desenlace lo firmaron De Gea y el Kun, el primero fue muro infranqueable, y el segundo maravilló con sus regates imposibles, como en el cuarto gol, el de la sentencia definitiva para la suerte mallorquinista.