Y ahora, ¿de lo mío qué?
Melilla
Hay quien ha puesto toda la carne en el asador en esta campaña electoral, y hay también quien ha puesto " toda la pasta" en la misma parrilla. Y claro,¡ se ha quemado, esfumado, disipado!
Hay quien ha quedado marcado al ir identificado en una determinada lista electoral que ha utilizado métodos no muy honestos, hay quien deberá verse en los juzgados por las injurias proliferadas utilizando las redes sociales, pensando que internet le daba impunidad. Y también hay quien se ha buscado ya enemigos acérrimos, porque un calentón de campaña electoral no justifican los insultos a la familia. Porque no todo se perdona, ni se debe perdonar en política.
Y es que la campaña electoral ha sido muy dura en Melilla, no sabemos si en otros sitios ha tenido el mismo calado de injurias, amenazas, insultos,...
La noche de la pega de carteles, a Imbroda le arrojan bolas de papel, banderines, y uno se lo clavan en el entrecejo. Ese era el comienzo, esa era la muestra de lo que debería esperarse en el resto de los quince dias.
Esa noche, con más buena intención que sensatez por parte de algunos, esa tensión se pudo paliar, pero no los dias después.
Asociaciones de vecinos que trabajaban por una candidatura, eran destrozadas por los seguidores de la otra. Candidatos que en su recorrido por las calles eran envestidos por un coche que intentaba atropellarlos. Pintadas por los barrios con amenazas. Amenazas directas con agresión incluida. Internet que se calienta cada vez más, y ya se atreven con las calumnias, injurias e insultos al resto de los familiares de los candidatos a diputados en las listas. Todo vale, la primera , la segunda generación, los muertos, los vivos, incluso los hijos menores.
Los periodistas recibíamos llamadas con amenazas, recriminaciones, insultos en las redes sociales. Matar al mensajero era también la consigna.
¡Qué asco! ¡Qué chusma! Esta que dice estar en política y por lo que opta es por acallar la libertad de expresión , la libertad de voto, la libertad de acción. Que no entiende que su libertad termina donde empieza la del otro. Que la democracia es algo más.
¡ Qué asco,! ¡ Qué chusma ! Esta que se ha querido " mear " en los derechos fundamentales de las personas, en su derecho a votar en libertad, en su derecho a pensar, opinar, sentir.
Hoy quedan los destrozos de esa batalla dialéctica, de esa batalla rastrera por conseguir el podium. Quedan los insultos, las calumnias,...porque en Internet, en las hemerotecas de la radio, en la prensa escrita, todo queda. El tiempo no lo borra.
Intereses espurios, enemigos radicales que toman café juntos para un sólo fin, pero que a la vuelta de la esquina entre ellos se traicionan.
Y también queda otra pregunta la de siempre que terminan unos comicios, ¿ Y de lo mio qué.?
Todos prometen, y muchos se arriman , otros " prestan" para después recuperar y cuando los resultados no son los óptimos, la pregunta se hace más crispada, más tensa , alzando más la voz: ¿Dónde está lo de mi privatización.? ¿Dónde queda ahora lo de mi cargo.? ¿ Qué le digo al que prestó todos los medios.? ¿ Qué voy a hacer ahora.?..
¿Y de lo mío qué.? Tanto para perdedores, como para ganadores, el traspaso de militantes, seguidores, etc... será como un rio que fluye poco a poco tras el deshielo.
Hay otros que no se han enterado aún de que esto ya ha terminado y siguen quemando contenedores, incluso una furgoneta, en los llamados barrios periféricos. Qué tampoco le encuentro el sentido a decir barrios periféricos, porque Melilla es tan pequeña, que no hay esa otra periferia como en otras ciudades. Todito concentraito, todo a la mano, todos pegados unos con otros, para lo bueno y para lo malo, hasta que unos nuevos comicios nos separen.