Goles polémicos en el debut de España en el Europeo sub'21

La selección española comenzó su participación en el Europeo sub'21 de Dinamarca, cediendo un empate a dos minutos del final por un despiste defensivo (1-1), un duro castigo a la falta de carácter para cerrar un duelo en el que brilló la conexión Thiago Alcántara-Ander Herrera. Inglaterra empató en fuera de juego en el último suspiro.

España comenzó con sabor amargo su búsqueda de una plaza olímpica y el asalto a un Europeo que no conquista en trece años. Cuando tenía el triunfo en el bolsillo en un duelo de favoritos, recibió un inesperado golpe en fuera de juego que le obliga a puntuar ante la República Checa.

Luis Milla dispone de una generación repleta de calidad. Hay futbolistas que necesitan segundos para mostrar un estilo. Thiago Alcántara es uno de ellos. El primer balón que tocó lo pisó y engañó con un pase de tacón. Es un futbolista de altos vuelos. Pura magia asociada a la brillantez de Ander Herrera. Con las espaldas cubiertas por un campeón del mundo, Javi Martínez, el ancla del equipo.

España tiene un problema en la zona del 9. No tiene un goleador. Lo suple Milla con una segunda línea con llegada. Apostó por Jeffren y Mata. Sorprendió sentando a Bojan y Capel. Mantiene el sello de la absoluta. El gusto por el balón. Es más directa. Alcanzar la perfección del grupo de Vicente Del Bosque es misión imposible.

Inglaterra es fiel a su historia. Un bloque por encima de individualidades. Potencia y fuerza. Al mando del equipo el millonario fichaje del Liverpool, Henderson, que decepcionó. Y dos puñales por laterales, Walker y Bertrand, que fueron los mejores. Aumentó el músculo Stuart Pearce situando como medio centro un defensa. Mancienne debía evitar la conexión Thiago-Ander Herrera. Sufrió. Y aunque España no abusó del disparo a puerta, asumió el peso del partido. Comenzó con un error fruto de los nervios que pudo costar caro. Son compañeros en el Atlético de Madrid pero De Gea y Domóinguez no se entendieron. Sturridge estuvo cerca de aprovecharlo.

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Se encontró el premio del gol España cuando comenzaba a imponer su gusto por el fútbol. Un saque de esquina de Mata lo cabeceó Javi Martínez y Ander, listo en el segundo palo, marcó en acción dudosa por un gesto con su mano derecha. Catorce minutos y no había mejor forma de iniciar un campeonato.

Thiago arriesga demasiado en zonas de peligro pero da lecciones del amago y una muestra de calidad cada vez que entra en contacto con el balón. Asumió el peso ofensivo con Ander. Adrián no aparecía, Jeffren perdía el pulso con el poderoso Walker y Mata se apoyaba en la movilidad para intentar crear peligro. Dos disparos lejanos de Thiago y Ander fueron la última señal del primer acto por España. Se fue apagando. Fue imponiéndose el físico inglés y acabó apareciendo un salvador De Gea. Dos paradas a Sturridge, la última sobre la hora, tras una exhibición de fuerza por la derecha de Walker, una perla del Aston Villa.

Arrancó con el mismo guión la segunda parte. España no cerró el partido. La solidez defensiva, con Álvaro Domínguez por encima del resto, evitó sufrimiento pero una acción aislada podía costar cara. Milla pidió mantener la posesión. Tener la cabeza fría. Tocar sin cansarse. Lo consiguió cuando dio entrada a Dani Parejo. Antes Fielding se lució con un disparo desde la frontal de Ander que lo desvió un defensa. El nuevo centrocampista del Athletic desperdició una clara tras una buena combinación de Jeffren, Thiago y Adrián.

En un partido limpio, el colegiado perdonó la expulsión de Welbeck y Ander Herrera, que debieron ver la segunda amarilla. Y España acabó con 'olés' de la grada a su juego de primera y a las maravillas de Thiago.

Pero precisamente fue Welbeck quien arruinó la fiesta. Una nueva acción de Walker, todo potencia en la banda derecha, sirvió en bandeja el gol al 9 inglés que se aprovechó de su posición en fuera de juego. Quedaban dos minutos para el final. No había tiempo para la reacción. España e Inglaterra quedan a expensas de sus resultados ante la República Checa. Milla les señaló como los auténticos favoritos.