El lado más puro del fútbol
En este último día del torneo, me quedo con varias imágenes. Como la de Fode, jugador del Espanyol, que ya es una estrella
Se acabó lo que se daba en el Carranza. Terminó el torneo y la Copa otra vez se va a Barcelona, pero le harán un sitio en Cornellá el Prat, que nadie se equivoque. Merecido campeón el Espanyol, y merecido subcampeón también el Mallorca que sin hacer ruido, se plantó en la final, y peleó hasta los penaltis. Pero hay muchas imágenes que por la tele es difícil que puedan verse.
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Terminó el partido y según bajaba Fode con el premio de mejor jugador por las gradas repletas del Carranza, la gente le pedía autógrafos y fotos. A un chaval de 12 años, increible. Su historia también lo es, de esas que hacen que uno se replantee muchas cosas. Llegó hace tiempo a Barcelona, su padre falleció cuando él era pequeño, y ahora ha encontrado en el fútbol un entretenimiento que se le da bien y con el que espera ganarse la vida y ayudar a los suyos.
Otra imagen es la de Alemu, es el 7 del Mallorca. Hemos estado un rato hablando, y te cuenta su historia con tal naturalidad que he tenido que repasarla bien un par de veces para asegurarme de que había entendido bien. Un chico de Etiopía, es alto, y tiene el pelo encrespado y rizado. Sus compañeros le quieren horrores, me lo han demostrado y eso que se conocen desde hace una semana, y además le sacan varios parecidos razonables, dicen que tiene un aire a Engonga, y que también se parece a de Guzmán. Le adoptaron junto a su hermano, una familia mallorquina, padre balear y madre de la República Checa. Y hasta los 9 años su relación con el deporte era por la Capoeira! Hasta esa edad no empezó a jugar al fútbol. Todo esto me lo ha contado en cuestión de 30 segundos, ¿entendéis que haya tenido que digerir todo bien, verdad?
Y por último, pero no menos importante, me quedo también con las palabras y los gestos del entrenador del Mallorca. Se llama Xim Pérez. Y mañana volverá a su vida normal, pero hoy, es un entrenador que ha llevado a un equipo de chvales que hasta hace una semana nunca habían jugado juntos, a ser subcampeones. Al comienzo del partido estaba solo, en el banquillo, pensando, imaginando. La primera parte acababa 0-0, y a la vuelta, desde el banquillo, les gritaba a sus jugadores "mirad la copa, la grande. Miradla y usar la cabeza". La usaron, y llegaron ante un gran equipo a los penaltis. Y perdieron, y su portero Elías lloró porque aún piensa que pudo hacer más en los penaltis. Pero Xim lo consoló, y le dijo que levantara la cabeza, que estuviera orgulloso de él, y le felicitó.
Y después de toda la algarabía, cuando ya había pasado todo y las gradas del Carranza casi estaban vacías, me lo he vuelto a encontrar solo, a la entrada del vestuario. Me ha dicho que no ha llorado, creo que me mentía porque le veía los ojos vidriosos, le felicité y tampoco le dije mucho más que enhorabuena. En Carrusel, he dicho que eso me llenaba de alegría. Y no, no me he equivocado, y es que me llena de alegría ver como además de los chavales, los entrenadores, las familias, la gente que les acompaña ... todos ... viven el torneo con la máxima intensidad. El fútbol todavía tiene algo de puro, y después de tanta primera división, segunda, mundiales y eurocopas, es en estos torneos donde realmente aparece.
Felicidades a Xim y a su Mallorca, a Sergi y a su Barsa (él ya no volverá porque entrenará a otro equipo), a Iker y a su Athletic, a Ugaitz, jugador de Osasuna que se va lesionado, como Aitor del Athletic. Al Depor, al Málaga y a Diego el periodista. Y a un largo etc.
A toda la gente que ha estado en el Carranza, o delante de la tele disfrutando del fútbol más puro. A mis compañeros Quique Lafuente y Ignacio de la Varga que se han desvivido por nosotros. A Raúl, el técnico. A la gente que se ha quedado en Madrid currando. Y a todos aquellos que de alguna u otra manera, sea en casa viéndolo por la tele o aquí en Cádiz, se han sentido parte de este bonito espectáculo.
Aquí cierro este "mini-diario" desde Cádiz. Han sido 3 páginas, pero llenas creo de bonitas historias que dentro de unos años, recordaremos con cariño porque éstos que ahora nos las cuentas, serán las estrellas que admiraremos.
Desde Cádiz, agradecido siempre!