Alivio y precaución en el Partido Socialista francés tras la liberación de Strauss-Kahn
El exdirector gerente del FMI ha quedado en libertad sin fianza pero con cargos
Los socialistas franceses han reaccionado con cautela ante la puesta en libertad en Nueva York de Dominique Strauss-Kahn. La nueva situación judicial de Strauss-Kahn es percibida con alivio por los socialistas franceses que, al tiempo que vislumbran la posibilidad de que sea exculpado, estiman que desaparece también el estigma moral que el suceso había dejado en la izquierda.
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No obstante, la nueva dimensión que adquiere el caso añade turbulencias, desde el puto de vista político, al proceso de designación del candidato a la elección presidencial. Si la primera secretaria, Martin Aubry, ha guardado silencio ante la petición de los seguidores de Strauss-Kahn de hacer una pausa en las primarias socialistas, el candidato con más posibilidades, François Hollande, ha señalado que no tiene problemas para que se retrase la fecha límite para presentar candidaturas. Consciente de que la principal perjudicada es Aubry, quien mantenían un pacto con Strauss-Kahn.
Manuel Valls, también candidato y "stroskaniano", cree que "no hay que cuestionar un procedimiento democrático como el de las primarias" y tiene la profunda convicción de que "es lo que desea Dominique". En el gobierno se mantiene la reserva que se observó tras la detención, toda vez que la popularidad del exdirector del Fondo Monetario Internacional permanece casi intacta entre una opinión pública que nunca ha renunciado a la teoría del complot.