La Oleada Roja
El Partido comunista chino festeja sus 90 años
Es la mayor organización política del mundo, con 80 millones de afiliados. Para muchos jóvenes chinos afiliarse es la mejor opción para conseguir contactos y un mejor trabajo. El gobierno chino lleva semanas haciendo propaganda del Partido al tiempo que ejerce un control férreo contra los disidentes.
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Lo llaman la Oleada Roja: la televisión china lleva semanas emitiendo bailes y canciones revolucionarias, y en algunas ciudades se han organizado concursos de coros y karaokes de temática comunista. Se trata de un despliegue de propaganda del Partido Comunista chino para festejar sus 90 años. Es la mayor organización política del mundo, lleva en el poder desde 1949 y desde entonces China ha pasado a ser la segunda economía del planeta. Aunque no a cualquier precio: las desigualdades sociales, la corrupción y la violación de los derechos humanos siguen enturbiando su imagen.
"El Partido es consciente de la gravedad y el peligro de la corrupción. Mirando hacia atrás al progreso que ha experimentado China en estos 90 años, podemos llegar a una conclusión fundamental: que la clave para dirigir de forma adecuada los asuntos de China reside en el Partido", señalaba este viernes en un discurso formal el presidente chino Hu Jintao, que también es secretario general de la formación política.
Pero, ¿realmente en la calle interesa el Partido Comunista?
"Hace 60 años que tenemos que tragarnos lo que nos dice el partido, lo controla todo. en este país no existe oposición", subraya un jubilado que no quiere dar su nombre. "Pues no, no me interesa, no he ido a ver ninguna de las exposiciones que han montado por el aniversario, la verdad. Quizá a la generación de mis padres les guste más pero a nosotros no", explica un joven de 20 años que pasea con su novia por un parque de Pekín. Tampoco piensa ir al cine a ver la La gran fundación del Partido, una superproducción patriótica que ha costado siete millones y medio de euros.
El éxito está asegurado: Pekín ha obligado a que se proyecte por todo el país y ha impedido que se estrenen otras películas hasta que esta consiga hacer caja. Tras el estreno, sin embargo, muchos internautas la calificaron de "soporífera" en el portal de moda Douban, algo que llevó a sus responsables a eliminar la opción de votar películas por primera vez en la historia de esa web.
Turismo rojo
El Partido cuenta hoy con 80 millones de afiliados. A las ciudades históricas para el comunismo chino, como Shaoshan, donde nació el ex presidente Mao Tsedong, han acudido estos días miles de peregrinos. Para ellos el Partido ha conseguido sacar a millones de chinos de la miseria y le ha dado estabilidad a este país gigantesco. Pero la clave hoy es que en China ser del Partido es la mejor tarjeta de visita: aunque el 75% de sus miembros tiene más de 35 años, para los jóvenes afiliarse significa tener buenos contactos y un mejor trabajo. El año pasado 21 millones de jóvenes quisieron adherirse a la formación.
Por el contrario, criticar al Partido en público sigue siendo el mayor tabú aquí: el ejemplo más conocido es el del premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, condenado a 11 años de cárcel por pedir el fin del partido único y reformas democráticas. Se acordarán también del artista Ai Wei Wei, detenido durante tres meses, según el gobierno por evadir impuestos, aunque lo cierto es que el artista le había sacado los colores al partido denunciando la corrupción. Ai ha sido puesto en libertad, pero decenas de otros disidentes siguen siendo acosados, detenidos sin cargos e incluso torturados. Todo, por desafiar la autoridad del Partido Comunista.