Más de 180 heridos en las protestas contra el ferrocarril Lyon-Turín
Los detenidos, según fuentes policiales, son todos de nacionalidad italiana, mayores de 30 años y pertenecientes a grupos de tendencia anarquista
Los gobiernos de Francia e Italia firmaron en 2001 un acuerdo para unir ambos países por línea de tren de alta velocidad mediante un túnel en la región alpina. Sin embargo, los habitantes del valle no están de acuerdo con el proyecto, cuyo coste asciende a los 15.000 millones de euros.
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Casi 200 personas entre policías, manifestantes y trabajadores han resultado heridas en los incidentes registrados este domingo en una manifestación en la ciudad italiana de Val de Susa, en la frontera con Francia. Los incidentes se produjeron durante la manifestación convocada por la plataforma "No TAV" en Chiomonte, donde se encuentran las obras del nuevo ferrocarril, en la que confluyeron dos marchas de protesta que partieron desde las localidades cercanas de Exilles y Giaglione.
En una de las marchas participaron 24 alcaldes de otras tantas localidades de los valles de Susa y Sangone, contrarios al tren de alta velocidad. También asistieron políticos de la Federación de Izquierdas, como Paolo Ferrero, y el cómico y agitador político Beppe Grillo.
Los enfrentamientos comenzaron cuando unas dos mil personas, pertenecientes a grupos radicales y violentos, entre ellos de los llamados "Black Block" (antisistema), pretendían romper el cordón policial dispuesto para proteger las obras de esa línea ferroviaria.
La Policía, que ha afirmado que los manifestantes les lanzaron piedras y petardos, ha detenido a al menos cinco personas y ha utilizado gases lacrimógenos para dispersar a los allí concentrados.
Las fuerzas del orden respondieron con varias cargas y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que respondieron con lanzamientos de piedras, cócteles molotov y otros objetos. Según la jefatura de policía de Turín, los manifestantes se enfrentaron a la policía con "una violencia inaudita y planteamiento paramilitar". Esa violencia, según fuentes policiales, se avivó con la llegada de 300 "black block", entre ellos españoles, franceses, alemanes y austríacos.
"Es una guerra civil", ha denunciado el ''bloggero'' Beppe Grillo, que ha descrito a los manifestantes como héroes. Sin embargo, los líderes políticos han condenado la violencia y los grupos ecologistas han querido desvincularse de la manifestación.
Desde hace años, habitantes de los valles de Susa, Venaus y Sangone, en la región noroccidental de Piamonte (cuya capital es Turín), se oponen a la construcción del túnel por el que pasará la línea ferroviaria que unirá Turín con la francesa Lyon, financiada por la Unión Europea (UE).
Los opositores al TAV consideran que destruirá el paisaje y temen efectos negativos medioambientales y para la salud, ya que las obras suponen la remoción de miles de toneladas de uranio y amianto, principales elementos que componen las montañas por las que ha de pasar el tren.
Los gobiernos de Francia e Italia firmaron en 2001 un acuerdo para unir ambos países por línea de tren de alta velocidad mediante un túnel en la región alpina. Sin embargo, los habitantes del valle no están de acuerdo con el proyecto, cuyo coste asciende a los 15.000 millones de euros.
Un informe de la Comisión Europea elaborado por expertos independientes aseguraba hace unos años que los riesgos tanto para los trabajadores como para los habitantes respecto a la presencia de gases tóxicos o amianto "no parecían ser significativos".
El tramo ferroviario Lyon-Turín está dentro del proyecto "Lyon-Trieste-Liubliana-Budapest-frontera ucraniana", incluido entre los prioritarios de la UE y que debía haberse iniciado antes de 2010.