Detrás de la selva del Rey León
El 21 de octubre se estrenará el musical del Rey León en el Teatro Lope de Vega de Madrid
El 21 de octubre se estrenará el musical del Rey León en el Teatro Lope de Vega de Madrid
Un enjambre de espectadores aplaude sin parar a leones, gacelas, pájaros, antílopes, un rinoceronte, un jabalí... Así terminan las noches en el Lyceum Theatre de Londres desde 1999, cada vez que termina 'El Rey León'.
Quedan tres meses para que este espectáculo llegue a Madrid, un musical que ha congregado a más de 50 millones de espectadores en 13 países del mundo.
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En una selva de pelucas, marionetas, máscaras, telas africanas aparece un animal escénico: Rabah Alioune. Es el director residente del espectáculo en Londres. Le sobra energía y tiene olfato en los casting. Su instinto le permite saber quién puede tener un papel, pero hace hasta "seis rounds para dar con los personajes". Todavía recuerda el casting de Sevilla al que acudieron 5.000 personas. Le agrada saber que hay tantos aspirantes en una ciudad, pero al final sólo quedan los mejores: "Necesitamos ver su físico, su personalidad, cómo se manejan con el material que utilizamos en el Rey León, incluso algunos prueban nuestras marionetas. Pueden ser buenos actores, pero después perderse y, en ese caso, es mejor dejarlo". Actuar en el Rey León es un desafío para cualquier actor, porque aunque ellos no buscan a profesionales de las marionetas, sí necesitan ver si hay "química con ellas".
Al fondo de un pasillo, aparecen los primeros leones de madera y las gacelas cuelgan del techo. Will Pearce es el director del departamento de marionetas y máscaras. Señala a tres Simbas, tres máscaras que se fabricaron para que encajaran perfectamente con la fisionomía de cada actor. Las máscaras son fundamentales y necesitan buenos actores detrás, que sean capaces de aprender a trabajar con una marioneta en seis semanas. Rabah Alioune, el director del show en Londres, sabe qué quiere que vea el espectador y lo tiene claro: "Si alguien ve a Mufasa y sólo mira la máscara, algo falla. Si alguien mira al actor que hace de Zazu y no mira la marioneta, algo está mal".
Un mundo de vestidos y máscaras
En otro punto del teatro, está el equipo de vestuario que dirige Matt Clark. Está rodeado de vestidos que imitan la vegetación, de estampados africanos y de telas para piernas de rinoceronte. El suyo es un equipo paciente, que se encarga de los 200 vestidos que salen a escena durante la función. Algunas de las prendas tienen una vida útil de 2 o 3 años, otras tienen que modificarse "porque los actores pierden peso por el intenso trabajo, o bien porque algunas mujeres lo ganan con un embarazo", dice Clark mientras guiña un ojo a su equipo.
A unos minutos del Lyceum, está Thea Barnes. Es la supervisora del cuerpo de danza, está delante de un espejo, y detrás la observan una leona y una hiena que esperan órdenes. Allí ensaya con sus bailarines, que "tienen que tener una base de ballet, desenvolverse bien con bailes afrocaribeños y el hip hop", explica la coreógrafa. Se comunica con sus bailarines con notas en las que apunta los errores: "en el conjunto, la más mínima imprecisión da un resultado confuso". Además del rendimiento, Thea tiene que evitar los riesgos de las lesiones, algo que ocurre a menudo: "Cuando se montó el Rey León, no imaginaron que esto tendría tal éxito, con tantas funciones y con bailarines que tuvieran que durar tanto". Uno de sus peores enfados, "cuando un flash de un espectador cegó a un bailarín, cayó, se lesionó y estará fuera durante 8 semanas sin tener en cuenta la rehabilitación".
El 21 de octubre se levanta el telón en Madrid. El director residente en Londres, Rabah Alioune, cree que puede que haya "guiños a los espectadores locales". No desvela cuál podría ser el guiño a lo español, pero en Inglaterra funciona muy bien Zazu, con la típica dicción educada de un gentleman inglés. ¿Habrá un toque flamenco en España?
Marisol Rojas
Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando en Hoy por Hoy y ahora trasnocha en Hora 25....