El Barcelona de las Supercopas se estrena en la Liga
El conjunto de Pep Guardiola, uno de los que volvió más tarde al trabajo después del verano, se ha visto exigido durante toda esta pretemporada a causa de la disputa de dos títulos oficiales y la falta de minutos de preparación que acumulaban la mayoría de sus hombres
Tras completar la pretemporada conquistando las dos Supercopas -la de España ante el Real Madrid y la de Europa frente al Oporto- el Barcelona inicia la defensa del titulo de Liga contra otro rival de Champions, el Villarreal.
La inmensa calidad de la plantilla blaugrana, el estado de gracia en el que se encuentra Lionel Messi y su espíritu competitivo le han permitido saldar esos importantes compromisos conquistando otros dos títulos -ya van una docena en la era Guardiola- y ahora arranca el curso liguero, aún justo de gasolina, pero pletórico de moral y de confianza en su juego.
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Este lunes más que nunca, el técnico del conjunto catalán tendrá que improvisar en defensa -algo a lo que ya parece estar acostumbrado- ante la baja de última hora del lateral Adriano Correia por una elongación del bíceps femoral de la pierna izquierda.
Su ausencia se sumará a las de otros miembros de la zaga -Gerard Piqué, Carles Puyol y Maxwell Scherrer están lesionados-, mientras que Dani Alves es baja por acumulación de tarjetas. El lateral del filial Martín Montoya, que jugó con el Barça B y es una de las novedades de la próxima convocatoria de Vicente del Bosque, podría estrenar titularidad en la zaga del conjunto azulgrana, junto a Javier Mascherano y Sergio Busquets, que formarían en el eje, y Eric Abidal que retornaría al lateral zurdo.
Guardiola también podría dar descanso a alguno de los jugadores que disputaron la final de la Supercopa de Europa en Mónaco, como David Villa o Pedro Rodríguez, lo que permitirá la entrada en el once de los dos fichajes de la temporada, el chileno Alexis Sánchez y el español Cesc Fábregas.
El Villarreal, por su parte, afronta este primer partido de liga frente al Barcelona con la tranquilidad que ha otorgado al equipo la clasificación en la Liga de Campeones, lograda el martes pasado tras superar al Odense danés en la ronda previa.
Los castellonenses afrontan así el campeonato doméstico con mucha ambición y sobre todo con la sensación de no tener mucho que perder, en un partido tan complicado como este inicial ante el campeón de Europa y de Liga. A pesar de reconocer la dificultad que supone enfrentarse al Barcelona y en su estadio en el primer compromiso liguero, desde el vestuario del Villarreal se asegura que se viaja con opciones de poder conseguir un resultado positivo.
En cuanto a la convocatoria de Juan Carlos Garrido, lo más que destaca son los problemas en su banda derecha, ya que ninguno de los dos jugadores que actúan en esta demarcación podrán jugar este encuentro. Así, al lesionado Ángel López, que sigue sin recuperarse de sus problemas de rodilla, se suma la baja por sanción de Mario Gaspar, que deja huérfana esta posición en el campo, por lo que la opción más clara para solucionar este problema es la de situar en el lateral al central colombiano Zapata, como ya sucediera ante el Odense.
A estas bajas se suma también la del portero suplente César Sánchez, que también estaba sancionado de la temporada anterior, mientras que por decisión técnica se ha quedado fuera de la lista el delantero Gerard Bordas. Al margen de los problemas en la banda derecha, en el resto de la alineación Garrido apostará probablemente por el que se supone que es su once de gala.