Día 13. Órdago a la asturiana

Ya hemos superado el ecuador de esta Vuelta ciclista a España y todavía no sabemos quién se subirá a lo más alto del cajón el próximo 11 de septiembre, pero sí sabemos quién lo tiene imposible

Igor Antón asumió hace tiempo que no ha llegado en las mejores condiciones y es una pena, porque es un corredor de mucha clase, que estuvo muy cerca de lograrlo el año pasado y que había hecho un buen Giro con una victoria de etapa. Y, además de todo eso, es un tipo majísimo, encantador, amable, agradecido...de los que caen bien, vamos. Y ya decía el otro día que prefieres que ganen estos a otros del ceño fruncido.

Tampoco ganará Carlos Sastre, ni Menchov...Ni rascarán etapas Cavendish, Freire o Farrar. Pero a esta Vuelta le queda mucho por decir y por decidir. Todo el mundo coincide en que el corredor que salga de rojo de L'Angliru ganará al final. Y las etapas asturianas están a la vuelta de la esquina. El sábado se subirá La Farrapona y el domingo llegarán al cielo, pasando por el infierno. Rampas durísimas, un puerto ya tradicional donde han ganado Contador, el Chava Jiménez o Heras. Todo envuelto en una niebla que multiplica el misticismo, el suspense.

Y ahí se quiere jugar todas sus cartas el Purito. O deja a sus rivales tirados en La Farrapona, o en la 'cuña les cabres' del Angliru o en las dos, si la suma de las diferencias no altera el resultado. El purito debe jugarse el órdago en el Principado si en Madrid quiere convertirse en Cohiba (Juanma Trueba dixit).

Y mientras seguiremos contado lo que pase. En Ponferrada, para empezar, termina una etapa que puede convertirse en emboscada si los gallos quieren. Me decía un amigo esta tarde que es la verdadera etapa reina. No creo que sea para tanto, pero estaré atento a las escapadas por su vuelven a darme una lección de ciclismo. E irían ya mil, por lo menos.

Como las que me dan cada día Julio Jiménez y Anselmo Fuerte, que salen en la imagen del día. Están en la carpa de la SER, en la meta de Pontevedra. Antes de enviar una foto, bien sea para el twitter (@edupidal) o para la web, tiene que pasar por la censura. No sea que alguien se haya movido demasiado.