Creían que no nos enteraríamos
La noticia saltaba este miércoles, pasadas las nueve, cuando se estaban disputando cuatro partidos de Liga, entre ellos los del Madrid y el Atlético. Quizá en el Consejo de Radio Televisión Española alguien pensó ladinamente que era el mejor momento para soltarlo. Con medio país pendiente del fútbol, pasaría más desapercibido. Y hace cinco o diez años probablemente hubiera sido así, la maniobra hubiera pasado más de puntillas. Sin embargo, ignoraron una realidad que la política está demostrando últimamente muy pocos reflejos para asumir: las cosas ya no sólo se cuentan en tiempo real. También se analizan, se discuten, se rebaten, se cuestionan y, como en este caso, se ponen a escurrir... en tiempo real.
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A través de las redes sociales, especialmente Twitter, los periodistas fueron los primeros -por razones obvias- en agitar el fantasma de la censura y el control político de los informativos de la televisión pública. Y todo a menos de dos meses de las elecciones generales. Demasiadas cerillas y gasolina juntas para que eso no ardiera.
Bajo etiquetas (hashtags, como se llaman en Twitter) del tipo #RTVEdetodos o #DefiendeRTVE se organizó un incendio de tal calibre, que se antojaba imposible de sofocar. Se empezó a hablar del Gran Hermano político, alusiones a Goebbels... hubo incluso frases del tipo "ya puestos, que hagan ellos la escaleta del informativo y lo presenten también".
La olla tenía tanta presión que algunos políticos no tuvieron más remedio que salir a intentar a bajar el fuego. Esa es otra de las grandezas de las redes sociales... que los ciudadanos pueden, podemos hablar con ellos en persona y exigirles responsabilidades en el acto.
González Pons, del Partido Popular, por ejemplo, dijo "sí, los consejeros propuestos por el PP a veces se equivocan, como todos". O Elena Valenciano, del PSOE, que apuntaba "no conocíamos el debate del consejo y no estamos de acuerdo con la decisión" y añadía que los consejeros del PSOE iban a pedir otra reunión del consejo para revertir la situación. A partir de ahí empezó un repliegue que ha terminado en la noticia que hemos conocido este jueves.
Anoche precisamente, decía Valdano en Carrusel que con Twitter ha muerto el matiz. Y tiene mucha razón. Lo que sucede es que hay veces que las maniobras -como la de anoche- son tan groseras, que no hace falta entrar en matices.
Miguel Á. Muñoz Encinas
He trabajado en todos los programas informativos de la SER (Hoy por Hoy, Hora 25, Hora 14, boletines...