El empate impide al Málaga ser líder y al Zaragoza estar más tranquilo
El Málaga, tras empatar frente al Real Zaragoza en La Romareda, desperdició la oportunidad de haberse colocado líder de la clasificación mientras que el conjunto aragonés también dejó escapar la oportunidad de, con una posible victoria, haberse situado en la zona tranquila de la tabla clasificatoria
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El Málaga, en la primera parte, fue de más a menos y en la segunda jugó un fútbol con un ritmo plano que solo aceleró cuando notó la debilidad física en su rival, en el tramo final, aunque tampoco fue capaz de llevar el suficiente peligro a la meta de los propietarios del terreno como para haber ganado
La mayor calidad técnica del Málaga le permitió dominar desde el pitido inicial haciéndose con el control de balón y del juego ante un Zaragoza muy preocupado por no perder la colocación y por no cometer desajustes defensivos, algo que está marcando su trayectoria defensiva en este inicio de temporada.
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El conjunto andaluz pareció no tener prisa por anotar sino que manejó el balón intentando madurar al rival, pero a un ritmo que en algunos momentos fue cansino porque le faltaba acelerar sus acciones cuando se acercaba al área del meta local Roberto.
En estos primeros minutos Ruud Van Nistelrooy pudo haber adelantado a su equipo tras evitar el fuera de juego y gozar de un mano a mano con el meta zaragocista, que con su intervención salvó a su equipo de encajar el primer tanto.
Sin embargo, a partir de ahí la posesión del esférico fue infructuosa para los malagueños porque estuvieron lejos del área local y cuando merodearon por sus cercanías la zaga maña no falló.
Conforme transcurrieron los minutos el conjunto de Javier Aguirre, que en un inicio sólo buscaba la meta de "Willy" Caballero a la contra, comenzó a discutirle el balón a su rival y fue capaz de pisar su área dando la sensación de peligro en los minutos finales de este periodo.
Tras el descanso los propietarios del terreno parecieron salir más enchufados y así, en el minuto 49, a punto estuvieron de adelantarse en una falta a la que no llegó por poco el central Maurizio Lanzaro.
El juego discurrió igualado con bastantes imprecisiones y con el cansancio comenzando a hacer mella en los dos conjuntos.
El juego ya no era tan ordenado porque los equipos, mediado este periodo, se partían en un bloque de ataque y otro de defensa y además el Zaragoza dio un bajón físico evidente del que el Málaga quiso aprovecharse pero finalmente no pudo.
El conjunto maño sufrió en ese tramo final porque su rival empujó y dominó más, pero tampoco fue capaz de crear claras ocasiones ante una zaga que por primera vez se mostró muy segura, excepto en una gran oportunidad de Seba, de cabeza en el minuto 89, que paró milagrosamente junto al poste Roberto y que le permitió a su equipo salvar, al menos, un punto.