El presidente de Loterías achaca al PP la baja valoración de la sociedad

Loterías no se ha privatizado porque los inversores no estaban ofreciendo lo que vale. Frente a una valoración cercana a los 21.000 millones de euros que hacía el Estado, los bancos sólo estaban dispuestos a pagar entre 16.000 y 18.000 millones. Aurelio Martínez cree que, entre otras cosas, ha influido en esa baja valoración el hecho de que el Partido Popular haya amenazado con dar marcha atrás a la operación si gana las elecciones del próximo 20 de noviembre.

La idea en la que más ha insistido el presidente de Loterías es la de que todos los que han visto los libros de esta operación han coincidido en que Loterías era un valor seguro, una muy buena inversión. Pero, a pesar de todo, Aurelio Martínez no ha conseguido que los bancos ofrecieran lo que, a su juicio, vale Loterías. Pesan las palabras del PP, pero también la percepción de que España necesitaba vender ese 30% de la sociedad, dice Martínez, a pesar de sus intentos de combatir esa idea.

Además, en los últimos días, los bancos que iban a gestionar la operación trasladaron al responsable de Loterías que en el mercado no había "apetito" suficiente para el 30% de la sociedad y que sería razonable privatizar sólo el 20%, algo a lo que Martínez se negó. Entre otras cosas, porque la Comisión Nacional del Mercado de Valores (el regulador bursátil) exige que una operación como esta ponga en el mercado el 25% de la empresa.

"Tengo frustración, no sensación de fracaso"

A pesar del fiasco de la operación (que ha costado 5 millones de euros entre publicidad y asesoramiento), Martínez no cree que él personalmente haya fracasado, sino que lo han hecho los mercados. "Tengo frustración, eso sí", ha dicho.