España no comparte el balón con los checos

Nunca había ganado España en Praga. Pero ya se sabe, reto para la 'Roja', reto conseguido. Los de Del Bosque parecen dispuestos a limpiar la historia de la Selección Española de todos los gafes que durante tanto tiempo les han acompañado.

España se presentó en la capital checa con la incertidumbre generada en torno al papel que habría de desempeñar Fernando Torres. Pero la expectación del partido, a medida que este avanzaba, y más aún siendo oficial, iba a menos conforme la 'Roja' se adueñaba por completo del balón. Xavi Hernández decidió este jueves ataviarse, no con el mono de trabajo, sino con el esmoquin para digirir la orquesta española a su antojo. Y eso todo sabemos lo que significa.

Cuando le apeteció, encontró el hueco preciso en la defensa checa para lanzar un pase en profundidad a Mata que, con una gran definición, inauguró el marcador. Poco más. Si el combinado checo apenas había hecho acto de presencia hasta el minuto siete, el gol pareció otorgarles la excusa perfecta para pasar página y olvidar lo que, como todos sabíamos, no dejaba de ser un mero trámite.

Volando se nos pasó la primera parte a todos aquellos que solo veíamos al combinado que, este viernes de blanco, se había apoderado del cuero y lo dormía en sus pies a base de nanas. Y al balón parecía gustarle porque tan solo en contadas ocasiones se dejaba conquistar por las botas de los checos que lo descuidaban y no sabía que hacer con él.

Quizá por ello, no tuvo problema en colarse de nuevo en la puerta de Petr ?ech gracias a una muy buena jugada de Silva que acabó con el remate de Xavi Alonso. El portero del Chelsea no perdía detalle del recital de fútbol que estaban dando los vigentes campeones del mundo. Con la pareja Mata-Silva haciendo diabluras en el borde del área, Xavi Hernández mimando la pelota y Casillas solventando con seguridad los escasos acercamientos de la República Checa, la historia no tenía visos de cambiar.

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Y no lo hizo. En la segunda mitad el guión no sufrió modificación alguna. Con Torres abandonando el terreno de juego arropado por una gran ovación local tras protagonizar una buena actuación, se ponía punto y final a la escasa incertidumbre generada en torno al partido.