'Este cura sí es tu padre'

La sala de lo civil ha confirmado la sentencia de la Audiencia de Málaga y considera que el conjunto de pruebas es suficiente para avalar la paternidad. La principal, la prueba de paternidad que ratificó casi al 100% que la demandante era hija del religioso.

Lourdes nunca dudó quiénes eran sus padres hasta que tenía 40 años. Su madre le contó que no era hija de su marido sino de un "sacerdote amigo de la familia". Desde entonces luchó por saber la verdad. Primero, su madre le firmó una declaración jurada reconociendo lo que le había dicho. Una manifestación "nada fácil" para una mujer que lleva casada desde 1965.

Después, el sacerdote y quien creyó que había sido su padre durante 40 años se sometieron voluntariamente a las pruebas de paternidad en un hospital de Málaga que arrojaron el siguiente resultado: las posibilidades de que su padre fuera el sacerdote eran de un 94,45%, mientras que las probabilidades de que fuera el marido de su madre eran de un 0%. Un resultado que, según el Tribunal Supremo, "ofrecería una pequeña posibilidad de que el padre pudiera ser otro pero nunca el que ha venido figurando como tal hasta ahora y, por supuesto, la compatibilidad con el sacerdote es total"

Los herederos del demandado, que falleció durante el proceso judicial, recurrieron esta prueba por vulneración de derechos. Alegaban que cuando el sacerdote se hizo las pruebas se encontraba en un delicado estado de salud. La sala de lo civil rechaza el argumento y confirma la sentencia de la Audiencia de Málaga.

La resolución señala que del conjunto de las pruebas practicadas se infiere una alta probabilidad paterna de la actora por parte del sacerdote, lo que unido a la total exclusión de que sea el marido de la madre y a su declaración jurada, nos lleva a declarar probada la filiación reclamada.