David Ferrer vence a Andy Murray en su debut en la Copa Masters

La sensación tras el sorteo era la de que si alguien lo tendría difícil, ese iba a ser David Ferrer. El sacador más tenue del torneo partía con desventaja. También había una importante carga moral en su contra, su discreto papel en el torneo del año pasado.

Frente a él tenía al jugador local. Local por ser británico, no tanto por su cercanía al público inglés. Los antecedentes eran pésimos para el jugador de Jávea, que nunca había ganado al tres del mundo en pista rápida, 5-0 era el balance en su contra.

El jugador español saltó a la pista con las ideas claras y con la consigna de llevar su marca tenística un poco más allá en cuanto a agresividad se refiere. Pese a ello, lo primero que el partido vio fue un 'break' a favor del escocés. Pero las sensaciones en la pista no reflejaban lo mismo, cuando David se mostraba tenaz, Andy se acababa desesperando y lanzando un raquetazo al aire que rara vez entraba.

Al igual que en los anteriores partidos del torneo, las rupturas se sucedían, pista inequívoca de que la pista es más lenta de lo que parece. Por momentos se cambiaban los roles y Ferrer era el que pegaba y Murray el que corría. El valenciano se encontraba a gusto con esta idea. Con 5-4 a favor y al resto, David asestó el golpe que nadie esperaba. Alargó los puntos e hizo correr a Murray, que se desesperó y cedió el primer parcial.

Era la primera vez que Ferru le ganaba a Murray un set en pista indoor. Algo estaba cambiando, otra vez en el torneo que descubrió al español como un opositor a finalista en grandes torneos. Entretanto, Murray se tiró al suelo y se dejó en manos del masajista que frenó el partido a la vez que desentumecía el muslo de Andy.

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Como si de un remedio de curandero se tratase, Murray arrancó el segundo set como un tifón, pero volvía a ser un espejismo. David volvió a levantar su muro de hormigón sobre el O2 Arena y Andy no encontraba la manera. A partir de ahí el partido se tornó irregular y ambos se rompieron el saque en repetidas ocasiones, pero las sensaciones seguían siendo favorables a Ferrer, simplemente por fallar menos que Murray.

Siempre a remolque en los breaks, David llevó el partido con su resto al 5-4 a favor, pero no atinó a tener bola de partido. Dos juegos después repitió maniobra con la necesidad de evitar el 'tie break'. Ahí el de Jávea se sorprendió a sí mismo con dos voleas propias de un jugador de dos metros de altura. El partido lo cerró fiel a su libro de estilo: Murray tiró una dejada, Ferrer llegó jadeante y puso la pelota donde no había nadie para devolviera.

El torneo toma ahora otra dimensión para el quinto jugador del mundo. Le quedan dos partido, y podría valerle con perderlos siempre que ganase un set en ambos para estar en semifinales. En cualquier caso, el Ferrer de 2011 no se conforma, y todo apunta a que el choque frente a Berdych será definitivo.