Francisco Granados, de Valdemoro a senador por Madrid
Repasamos la carrera de Francisco Granados, destituído este miércoles por el gobierno de la Comunidad de Madrid
Madrid
Tras una dilatada carrera profesional en el sector privado, es analista financiero especializado en eléctricas, ha trabajado para Endesa, Caja Madrid, Ibercaja y Société Générale, Granados entró en la política madrileña en 1998 en Valdemoro, su localidad natal, donde fue presidente del PP y alcalde. Sus buenos datos electorales le llevaron a ser miembro del comité ejecutivo regional en 2002. A partir de entonces, escaló posiciones en el partido de mano de Esperanza Aguirre, y en 2004 fue designado secretario general del PP madrileño, cargo que revalidó y ha ostentado hasta este miércoles.
En 2003 dejó la alcaldía de Valdemoro para ser diputado en la Asamblea de Madrid. La presidenta le eligió para presidir la comisión de investigación en la Cámara regional para esclarecer el caso Tamayo y Sáez. En aquella primera legislatura, Aguirre le confió la Consejería de Transportes e Infraestructuras, y en 2007 asumió aún más poder cambiando la cartera por tres: la de Presidencia, Interior y Justicia.
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Su poder en el partido y en el gobierno regional se vio sacudido cuando el diario El País publicó que habría ordenado espiar al vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo y el exconsejero madrileño de Justicia, Alfredo Prada. El caso continúa abierto por decisión de la Audiencia Provincial Nacional, que decidió volver a investigarlo, a pesar de que hubiera sido archivado dos veces antes.
El escándalo le pasó factura y, aunque fue reelegido diputado autonómico en las últimas elecciones autonómicas, Aguirre esta vez no le ofreció ninguna cartera y lo nombró senador por Madrid.