Rafa Nadal remonta a Del Potro y logra la quinta Copa Davis para España

Del Potro se esquina en su zona de revés, allí se levanta como un gigante con un mazo y castiga a Rafa Nadal sin compasión. Exactamente igual que hiciera el viernes con David Ferrer. Nadal agacha la cabeza, mira a Albert Costa y a su tío en busca de una idea que le ayude a desahuciar al argentino de su zona de comodidad. Así el partido empieza entre el sueño argentino y la angustia de Rafa.

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El primer set se cierra con un sonrojante 6-1 para el del Tandil, sin embargo la clave no está en el marcador sino en el cronómetro, más de una hora para un resultado tan holgado esconde la clave del partido. Nadal está compitiendo y alarga los juegos, pero a la hora de la verdad, su marcador no aumenta.

En el segundo parcial la igualdad no puede ser mayor, aunque la inercia y la grada sean proclives a Del Potro. Cada punto es una guerra con batallas para uno y otro, aunque solo el que gana la última se lleva el punto. Nadal, mentalmente cansado de una temporada durísima, recuerda sus consejos a Ferru cuando el viernes estaba en la misma tesitura: "Tiene que pegar el revés paralelo para sacar a Del Potro de ahí". El balear recurre a su derecha para salir del embrollo. Con 5-4 al resto Rafa encuentra el botín a tanto sufrimiento, se lleva el segundo set y equilibra el partido.

El traspiés es un mazazo para Del Potro, que ve cómo el español celebra el set con euforia. Ese gigante que maltrataba a Nadal en el tercer set se convierte en un transeúnte que divaga por la pista desorientado y taciturno. Por su parte Nadal se mete en la pista y suelta reveses y derechas a discreción. Hasta devolver el 6-1 del primer set.

Nadal acaricia la victoria, casi se siente, pero la Copa Davis guarda sorpresas que no tiene ningún otro torneo. Con ventaja para España, ya un break por delante, el público se enzarza y entra en locura, el partido se detiene por unos minutos. Lo suficiente para descabezar a Rafa y forzar la resurrección de Del Potro. Todo se vuelve más bipolar que nunca y Del Potro vuelve a alquilar esa parcela de terreno en la que pega derechas como si fueran bofetadas a mano abierta.

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El partido entra en una fase de indecisión, las rupturas de saque se suceden con frecuencia, otra vez la inercia parece ir con Del Potro, pero este cuenta con una desventaja, la cinco horas de sufrimiento que le propinó Ferrer. Con 6-6 ya no caben más roturas, la Copa o un quinto set es cosa de la muerte súbita. Ahí el cansancio y la tenacidad de Rafa desquician al argentino.

Rafa Nadal se tira a la tierra y agita sus brazos, logrando así por primera vez el punto definitivo para España en una final. Un epílogo más que merecido para un jugador que ha sufrido lo indecible este año y que cierra el curso con una sonrisa que seguro le ayudará a afrontar 2012 con más ánimo. Y una victoria que encumbra a esta generación como la mejor del tenis español y posible la mejor del tenis mundial sobre tierra batida.