El Polisario se renueva en un congreso marcado por la inseguridad en el Sáhara

Tifariti (Sáhara Occidental)

El XIII Congreso del Polisario en Tifariti está marcado por la falta de seguridad en el Sáhara que, según los independentistas, podría ser una amenaza ejecutada desde Rabat. Además, el Polisario renovará la Secretaría Nacional y fijará una estrategia para poner fin al conflicto y consolidarse en las zonas liberadas.

El trayecto entre Tinduf y Tifariti tiene fama de duro, de romperriñones, entre cooperantes y simpatizantes del Polisario. Entre la ciudad argelina donde se asientan los campamentos de refugiados y la ciudad del Sahara Occidental hay unos 400 kilómetros de desierto. No es raro tardar hasta ocho horas. Últimamente, incluso un poco más.

Hace unos años, este mismo trayecto sólo tenía la dificultad propia de conducir por pistas de arena, acostumbrarse a los botes, y evitar el cansancio, lo que aconsejaba varias paradas. Hoy además hay que sumar el retraso de varios controles del ejército saharaui que controla el paso de una caravana que, también es novedad, abre un todoterreno de la Gendarmería.

Las medidas de seguridad en toda la zona se han reforzado desde el secuestro el pasado 23 de octubre de los dos cooperantes españoles, Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons, y la italiana Rossella Urru. El asunto se ha colado en la celebración estos días en Tifariti del XIII Congreso del Frente Polisario.

El ministro de Defensa, Mohamed Lamine Buhali, ha indicado este sábado en rueda de prensa que Rabat podría estar detrás de este secuestro con el fin de desestabilizar al Polisario antes de la celebración de este encuentro. ''La inteligencia marroquí se sorprendió cuando capturamos a miembros del grupo de secuestradores, y por temor a ser revelada la verdad de los hechos", ha declarado, "la agencia marroquí de noticias MAP se apresuró a publicar que el grupo de secuestradores es una rama de al-Qaeda en el Magreb Islámico". En las últimas semanas el Polisario asegura haber detenido a más de 11 personas, pertenecientes a las mafias que operan en el desierto, y que estarían relacionadas con el secuestro.

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Al margen de este asunto, el encuentro debe servir para renovar la Secretaría Nacional del Polisario, y para fijar la estrategia del movimiento que reivindica la independencia del Sáhara Occidental, antigua colonia española. Pese a que se mantendrá abierta la opción del regreso a las armas, no parece que este congreso vaya a tener el tono belicista que tuvo el anterior. El trabajo a realizar en las zonas bajo ocupación marroquí (a este congreso acuden por primera vez una cincuentena de delegados de esa zona) y la consolidación política y administrativa de las zonas liberadas como paso previo a la resolución del conflicto, pueden ser, según fuentes conocedoras de las reuniones, dos de los aspectos más significativos de las conclusiones de este congreso.