Reparto de puntos en el Mini Estadi
Barça y Numancia consiguen un empate que no satisface a ninguno de los dos partidos
El Barcelona B y el Numancia se regalaron un empate (1-1) en el arranque del año, resultado que no satisfizo a ninguno de los dos conjuntos, pues tantos méritos hicieron ambos para perder el partido como para ganar.
Abría el año el filial en su feudo cuestionado por el largo parón navideño que el técnico Eusebio Sacristán había otorgado a los suyos, nada más y nada menos que dieciséis días de vacaciones que consideró oportunos para que su equipo recobrara energías. Algo que pareció haber conseguido cuando, tras un cuarto de hora algo dubitativo, los azulgranas inyectaron el ritmo necesario para perfilar el encuentro a su gusto y disfrute.
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La llave la tuvo Eusebio, cuando cambió de banda a Tello y Deulofeu, que habían arrancado desde la izquierda y la derecha, respectivamente, e inmediatamente el equipo lo notó en su juego. Mejoró notablemente su presencia sobre el césped y las ocasiones, aunque a cuentagotas, empezaron a brotar de las botas de Soriano. La más clara tras un pase medido de Rafinha, que el ariete mandó al travesaño tras picar el balón por encima del meta numantino.
Se gustó el Barça durante un buen rato, pero el Numancia logró sofocar ese ímpetu cerca del descanso. Especialmente gracias a las internadas de Cedric, que aprovechó los desajustes defensivos culés. Un centro del '10' lo sacó Montoya bajo palos, cuando Lago Junior se disponía a cabecear a gol. El horario de media tarde invitaba más al sesteo de sofá y manta y hacia eso derivó la película. Sin dueño claro, con un juego más directo, a punto estuvo Juanjo de sorprender cuando, sin marca en el área, mandó un remate de cabeza a pocos centímetros del poste.
Tras la reanudación no pareció variar el guión, aunque en este caso fue Sergi Roberto quien desperdició un cara a cara. Los azulgranas apretaban, pero sabían que algo les faltaba. Quizá un poco de toque, puede que algo de precisión, seguramente bastante calma y mucha más presencia de sus cerebros.
Solo cuando se dieron cuenta de ello y las neuronas de Dos Santos, Rafinha y Sergi Roberto empezaron a conectarse, el partido se desatascó. Y en esas, Deulofeu soltó un centro cerrado que el meta Eduardo bloqueó de forma horrorosa y Soriano, siempre Soriano, no perdonó el regalo de Reyes y marcó a placer. Pero, como en el primer tiempo, poco aguantó el dominio del Barça B. Faltaba media hora y el intercambio de golpes se desató. Las crucetas repelieron los remates de Lago Junior y Tello y los contragolpes para ambos bandos eran continuos.
El Numancia obtuvo su recompensa. Del Pino cabeceó sin oposición -algo que se repitió demasiadas veces- un saque de esquina e igualó el marcador ante la parsimonia defensiva local. El árbitro anuló un gol a Soriano y el partido se enloqueció en un final en el que cualquiera pudo ganar.