Feijóo: ''Don Manuel cambió la mentalidad de una Galicia dominada por la negra sombra''

<a name="despiece1"></a>Fraga, genio y figura

En el último año apenas vino ya a Galicia, una de las últimas veces fue para participar en la inauguración de dos de los edificios de la ciudad de la cultura, el macrocomplejo que se construye en un monte cercano a Compostela, uno de sus proyectos más queridos. En aquella ocasión, se desplazaba en silla de ruedas y le costaba ya articular las palabras.En verano, por primera vez en muchos años, no pudo venir a pasar sus vacaciones a Perbes, la localidad coruñesa donde tiene un chalet. Se quedó en Madrid al cuidado de sus hijas. Una situación que a una persona con el carácter de Fraga debió resultarle especialmente penosa.La forma más que el fondo lo definía y es que era difícil llegar al fondo de D. Manuel como le llamaron siempre hasta sus más estrechos colaboradores. Le gustaba guardar las distancias y no tenía ningún reparo en hacer saber a su interlocutor lo que le molestaba. Una de las anécdotas más recordadas es la bronca monumental que le montó a uno de sus asesores, que intentaba colocarle la chaqueta antes de grabar un mensaje de fin de año para la televisión de Galicia. Durante sus 16 años al frente de la Xunta quizá los momentos más amargos los vivió cuando la catástrofe del Prestige, un episodio que marcó el principio del fin de su mandato.Su carácter empecinado quedó también de manifiesto cuando en pleno discurso de debate de política gallega en el Parlamento, sufrió un desmayo y ante el estupor general agarrado al atril, pretendía seguir hablando hasta que algunos de los diputados consiguieron llevarlo en volandas fuera del hemiciclo.Era buen conversador, siempre tenía alguna anécdota a mano, pero en los últimos años no prolongaba una velada más allá de las doce de la noche. Después de hacer él mismo la típica queimada gallega, se iba a dormir. Hablaba de política pero también de muchas otras cosas. En la conversación previa a una de las últimas entrevistas que hizo para Radio Galicia nos contó por ejemplo que los primeros condones se hacían con tripa de cerdo. Una enciclopedia ambulante.