«La cosa no pinta bien respecto a los árbitros», dijo el presidente azulgrana un día antes del partido de ida de semifinales de Copa del Rey ante el Valencia. Una polémica que despertó las críticas en el club valencianista, que acusaron al Barça y a su presidente de haber coaccionado al colectivo arbitral con sus declaraciones en un acto con la ONG Intervida. Sin embargo, en otro acto solidario este viernes en el Camp Nou, en este caso con la Cruz Roja, el presidente culé no ha sido tan generoso con los periodistas, ante los que ha evitado referirse sobre esa cuestión, reiterando una y otra vez que «el club tiene una salud de hierro». «El club tiene una salud de hierro colectivamente, socialmente, deportivamente y económicamente cada día vamos mejor», ha señalado el dirigente. Así, Rosell ha asegurado que «las defensas del club son muy fuertes» y que, a pesar de las críticas que ha recibido, «gracias a Dios estoy bien de salud, me siento muy bien y lo más importante no soy yo, sino el club, que está con salud de hierro». En este sentido, en respuesta a su cambio de actitud en solo unos días acerca de hablar sobre los árbitros, Rosell se ha limitado a admitir que «el martes vine más relajado, este viernes vengo más atento».