Mia Farrow: "No estoy segura que los niños que vi ayer en el Chad estén vivos hoy"

P. ¿Cómo se puede describir la situación que está viviendo Chad?

R. En este momento más de un millón de niños están sufriendo una gran hambruna en Chad. Esta es la realidad. Las grandes agencias están trabajando para mejorar algo las cosas antes de que el problema sea irreparable. Pero los niños están sufriendo. Las agencias como Unicef necesitan ayuda. Con esta ayuda se puede dar comida a estos niños. No estoy segura que los niños que vi ayer, estén vivos hoy. Hay niños en etapas muy avanzadas de desnutrición.

P. ¿Cómo se lucha contra la hambruna sobre el terreno?

R. Ayer mismo estuve en un centro médico, por ejemplo, donde los niños están recibiendo comida, nutrientes, algunos incluso a través de un catéter. Pero la mayoría de estos niños son de los afortunados, porque hay muchos que no tienen acceso a esta ayuda. ¡Y esto es lo más alarmante! Muchos no pueden llegar ni al centro médico, por eso asociaciones como Unicef se están movilizando para ayudar a estos niños extremadamente vulnerables.

P. Aunque a la hambruna hay que sumar otros grandes problemas que acechan este país.

R. Es que el problema de la falta de alimentos no se puede separar del otro gran problema para los niños de Chad: la polio. Este país es el segundo en el mundo con más afectación de polio después de Pakistán. Y no se puede separar una cosa de la otra porque cuando los niños están más débiles, es también cuando son más vulnerables a la polio.

P: ¿Y se está luchando para luchar contra esta enfermedad?

R. Sí, se está luchando también para eliminar definitivamente la polio, y se puede conseguir. La India lo ha logrado, y eso que en otros momentos llegó a ser el país con más afectados del mundo. Mi hijo adoptado en la India está afectado por la polio. Por eso está muy cerca a mi corazón y por eso cuando veo los niños en Chad que tienen esta enfermedad pienso que hay que acabar con ello. Y no sólo en Chad, sino en todos los países en los que todavía existe.

P. No es su primer viaje a Chad.

R. Llevo este país en mi corazón. Quizás por esto el de estos días es mi decimocuarto viaje a Chad. Cuando vine por primera vez era cuando los refugiados de Darfur empezaban a llegar aquí, en 2006. Ese año conocí a un hombre llamado Abdullah, que era uno de estos refugiados. Lo conocí en un hospital. ¡Le habían arrancado los ojos! Cada vez que regreso a Chad visito a este hombre. Es un hombre joven de 27 años que ahora está viviendo la vida que él quería. Tiene una hija y es ganadero. Por eso, a base de ir viendo la misma gente una y otra vez, pienso que hay que hacer algo para que puedan llegar la vida que realmente quieren y merecen.

P. ¿Qué podemos hacer desde España?

R. Sé que España tiene problemas económicos, como tantos otros países. Sé que son realmente severos estos problemas en España y sé que es difícil pedir a la gente algo de dinero. Pero me gustaría decir que sólo que puedan dar 1 dólar, es bueno que lo den. Cada dólar o cada euro que se da a una entidad como Unicef sirven para poder mantener un niño vivo durante semanas. Pero igualmente, si no pueden ayudar a la gente que está lejos ayuden a los que tienen cerca, en su país, en sus barrios. Den la mano para ayudar a aquellos que están teniendo problemas más grandes que los que tiene uno mismo.

P. ¿Es demasiado fácil perder la esperanza?

R. Realmente no tengo palabras para describir lo que veo. Y es cierto que sin ayuda no hay esperanza; no hay esperanza para estos niños. Pero este país está dando pasos y toda ayuda es buena para poder reconstruirlo. Por eso cualquier ayuda es buena para dar futuro a este país y a su gente. Para que pueda volver a ser el gran país que la gente de aquí se merece.