Contra la reforma laboral, oposición sin desaliento

La oposición a la reforma laboral brinda la primera gran ocasión a Alfredo Pérez Rubalcaba para reconstruir puentes con los sindicatos, con quienes votaron al PSOE a pesar del desencanto y con los electores que ese partido ha perdido por el camino. Incluso con otros partidos de la izquierda. Por eso los socialistas va a dar a la batalla contra la reforma laboral en los tres frentes posibles.

Ya lo están haciendo en la calle, donde algunos dirigentes del PSOE se han dejado ver sujetando pancartas por primera vez en muchos años. Van a dar la batalla en el parlamento: han anunciado que presentarán una enmienda a la totalidad de la reforma laboral primero y, como se la tumbarán, enmiendas parciales para intentar modificar los aspectos que menos les gustan. Y el PSOE dará también la batalla judicial, ante el Tribunal Constitucional, si no decaen en el trámite parlamentarios aquellos aspectos que el partido supone contrarios a la Carta Magna.

Recurrir al Constitucional es una opción que a corto plazo supone poco más que un gesto, dado que el Alto Tribunal tarda años en resolver... pero es un gesto que sirve al PSOE para demostrar que no se va a dejar desalentar por la mayoría absoluta del PP y que no va a dejar pasar ni una oportunidad de ejercer con fuerza su tarea de oposición.