Maud the Moth, ''todo el ruido que dos personas pueden hacer sobre el escenario''
Amaya López y Cecilia Tallo tocan y cantan desde que tenían cinco años. Ahora el destino las ha unido en un dúo que sorprende con una mezcla de géneros con un fondo lírico
Amaya López y Cecilia Tallo tocan y cantan desde que tenían cinco años. Ahora el destino las ha unido en un dúo que sorprende con una mezcla de géneros con un fondo lírico / CADENA SER
Maud the Moth (La polilla Maud) es un piano, un contrabajo y dos voces; pero también una mezcla de influencias que no se definen con un solo género. Tiene tintes de jazz, pop, rock alternativo e instrumentos clásicos. Tiene un disco, que por cuestiones económicas solo está en Internet, y, con ilusión, Amaya y Ceci preparan el siguiente.
Comenzaron por separado. Cada una en su casa y en su escuela de música. Primero con formación clásica, que después rechazaron para pasar por grupos de rock. "Hemos pasado por las etapas de conocer un instrumento, tocarlo a saco, dejarlo, odiarlo y redescubrirlo -comenta Amaya-. Ahora empiezo a entender la técnica de todas esas cosas que aprendí en el momento en que las rechacé y a comprender que lo que yo quiera transmitir es independiente del medio a través del que lo exprese. Lo que hay que hacer es darle una vuelta de tuerca al instrumento".
Cuando llegó a esa fase, decidió comenzar una carrera en solitario y así nació Maud The Moth. Desde los 14 años ha compuesto canciones bajo la firma 'Moth' y quiso recuperarla varios años después dándole "un nombre magnánimo y evocador a un insecto". Consiguió grabar varias canciones en un estudio y publicar su primer disco, Home Futile Home, que pagó con lo que había ahorrado durante un año. Amaya explica que optó por publicarlo en Internet porque tuvo que "invertir muchísimo dinero, estuve un año ahorrando para ello porque con la cantidad de ingresos que tiene la gente de nuestra generación es un gran esfuerzo económico y llegó un punto en el que no tenía dinero para fabricarlo".
Cecilia apareció en su vida durante la grabación del disco. Gracias a unos amigos, contactaron para que tocara una canción y, entonces, Maud The Moth se convirtió en un dúo "compacto". Ahora trabajan 24/7 consiguiendo conciertos para fabricar el formato físico. "Tenerlo físico te permite enseñarlo, y conseguir conciertos y poco a poco ir creciendo", explican. Y es que, a pesar de que son conscientes de que la carrera musical es muy dura ("no como en las películas que te ven en un 'talent show' y te fichan"), su sueño es poder vivir de la música. "Vivir de Maud The Moth sería el culmen de los cúlmenes aspiracionales y en esta dirección estamos luchando", afirman sin titubear. ¿Y una meta a corto plazo? "Tocar en un festival. Nos gustaría tocar en sitios donde nos vea gente nueva y poder sorprender a la gente".
Mientras tanto, tienen la cabeza en un segundo disco. Con una mezcla de influencias y de géneros (que van desde el jazz al pop alternativo, pasando por rock y bases más eclécticas), han comenzado a componer (si es que alguna vez lo dejaron) con el objetivo de sorprender al público con lo que definen como música "muy visceral y muy pasional" para seguir haciendo "todo el ruido que dos personas pueden hacer sobre el escenario".
- <a name="despiece1"></a><b>Maud The Moth, en concierto</b>