¿La RAE oculta a la mujer?

La Academia llama la atención a las guías de lenguaje no sexista publicadas en los últimos años por difundir usos ajenos a las prácticas de los hablantes. La decisión ha recibido duras críticas por quienes consideran que es un paso atrás en la visibilidad de la mujer. El Ministro de Cultura defiende la seriedad y el valor del informe.

"A ver quién es el imbécil que llama misógina o machista a Margarita Salas, a Carmen Iglesias, a Soledad Puértolas, a Inés Fernández Ordoñez..." Ése era el tuit del académico y escritor Arturo Pérez Reverte. Es uno de los firmantes del informe de la RAE en el que se critican las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades. La Academia concluye que si se aplicaran estrictamente estas recomendaciones, no se podría hablar.

La polémica sobre la visibilización de la mujer en la lengua no es nueva. Cuando la exministra de Igualdad Bibiana Aído dijo su famoso "miembras", su compañero Alfonso Guerra fue especialmente duro: "La Academia recoge lo que habla la gente y que yo sepa no se dice "miembra" en la sociedad española. Si hay una élite que quiere imponer que se diga "miembra" está perdiendo el tiempo".

La opinión de la RAE ha disgustado a la responsable de la Secretaría de Mujer de CCOO que ha remitido una carta a la Academia con un objetivo: "Que se sume la RAE al impulso de las recomendaciones que hacen diferentes organismos. El Gobierno de España, el Parlamento europeo, la Comisión Europea y otra serie de organismos orientan a que no se utilice un lenguaje sexista".

Por su parte, la directora del Instituto de Lengua Española del CSIC, Pilar García Moutón también ha opinado sobre el valor de las guías aprobadas por CCAA, sindicatos y Universidades: "Normalmente, las guías proponen y los hablantes disponen. Y no disponen esos excesos. Es sexista el uso que hacemos los hablantes de la lengua".

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Inés Alberdi, catedrática de Sociología de la Universidad Complutense sostiene que la RAE ha hecho pecado de omisión: "Yo no estaría de acuerdo con algunas recomendaciones que hacen las guías. Pero me impresiona cómo se contradice el propio informe. Por una parte nos dice que el lenguaje es fruto de la historia y no se puede cambiar. Sin embargo, el cambio social en España en los últimos 20 años ha sido extraordinario". Alberdi lamenta que se haya tachado de "indocumentados a quienes han redactado las guías". Para ella, no es sólo una cuestión de gramática y por eso considera que "el informe de la Academia peca de paternalismo sobre otros conocimientos".

Soledad Puértolas, académica y escritora sostiene que "con este tema de las guías, ha habido un intrusismo exagerado". Defiende la postura de la Academia basándose en la falta de pronunciamiento de la "Academia sobre un debate que estaba en la sociedad" y lamenta que el trabajo de un gramático se esté reduciendo "a sólo cuatro puntos".

Por su parte, el académico Ignacio Bosque autor del informe que han votado otros 25 miembros de la RAE defiende que "no se dice nada que no esté en nuestra Gramática o en nuestro diccionario de dudas".