La etarra Idoia Mendizábal reitera su "orgullo" de pertenecer a la banda terrorista
La fiscalía pide entre 20 y 26 años de prisión para ella
En el juicio contra Idoia Mendizábal, Jon Kepa y Jon González los tres etarras se han mostrados orgullosos ante el juez de pertenecer a la banda e instan a "darle duro" hasta conseguir la independencia. El tribunal les juzgaba por colocar un coche bomba el 22 de julio de 2002 en Santander que causó varios heridos y múltiples destrozos. La fiscalía pide entre 20 y 26 años de prisión por el atentado.
Más información
La Audiencia Nacional ha celebrado el juicio contra los etarras Idoia Mendizábal, Jon Kepa Preciado y Jon González por colocar un coche bomba en 2002 en Santander. Como es habitual, los miembros de la banda han negado la legitimidad del tribunal - Mendizábal y Jon Kepa lo han hecho en euskera, Jon González en castellano - y no han contestado a las preguntas del fiscal. Mendizábal ha reiterado, como hizo en el anterior juicio celebrado contra ella el pasado noviembre, ser "de ETA" y estar "orgullosa".
A continuación, Jon Kepa instaba a "darle duro hasta conseguir la independencia del socialismo. El tercero en hablar ha sido Jon González, quien ha señalado que "como militante de ETA" no ha tenido relación con el comando "Olaia" ni con sus taldes, el "Jata", al que se atribuye el atentado frente al edificio Nuevos Ministerios en Santander. La explosión se produjo el 22 de junio de 2002, sobre las 14.47 horas, causando seis heridos y gran cantidad de daños materiales en viviendas y edificios de la zona. De esta manera, los tres miembros de ETA rechazaban los beneficios penitenciarios a cambio del arrepentimiento y rechazo de la violencia.
En el juicio ha declarado como testigo Gorka Martínez Arcarazo, excoordinador del 'comando Vizcaya' de ETA, quien ha reconocido haber alquilado a los miembros del un piso en Amorebieta (Vizcaya), así como una lonja en Galdakao. A pesar de reconocer los hechos, Martínez Arcarazo ha evitado aclarar cualquier detalle relacionado con los miembros que frecuentaban la vivienda, y ha dicho que su función se limitaba a alquilarla "y nada más". Tampoco ha hecho precisiones sobre los explosivos guardados en la lonja o una máquina Olivetti incautada por los agentes durante los registros y desde la que se escribieron cartas y comunicados por los miembros de la banda, según la instrucción.
A petición del fiscal, han declarado durante tres horas una decena policías y ertzainas, relacionados con las pruebas periciales que se hicieron en su día por parte de los agentes. El fiscal Pedro Martínez, con estas declaraciones ha apuntalado los indicios señalados por las investigaciones y el análisis del material incautado, al considerar que Mendizábal era la "dinamizadora" de este comando y la captadora de alguno de sus miembros. El fiscal sostiene que la terrorista, junto a sus compañeros Hodei Galarraga y Egoitz Gurrutxaga, muertos en septiembre de 2002 en Vizcaya tras explosionar la carga que portaban en el vehículo, introdujo en el coche robado la carga de 30 kilos de explosivos destinada al atentado.
La defensa de los tres miembros de la banda pide su absolución y mantiene que la Fiscalía no ha aportado nuevas diligencias que demuestren que Preciado y González pertenecían a ETA en las fechas del atentado. El juicio, celebrado en la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, queda visto para sentencia. El fiscal pide entre 20 y 26 años de prisión.