Quince años esperando una grúa

3.000 familias que hace 10 ó 15 años empezaron a pagar su vivienda en el sureste Madrid, ven por fin la posibilidad de que sus paredes empiecen a construirse. Han pagado entre 60.000 y 80.000 ¤, pero a estas alturas el coste "emocional" de su casa es quizá mucho más alto que el coste económico. Durante todos estos años han visto cómo supuestos hallazgos arqueológicos, inundaciones, aves protegidas y una presunta mega-estafa por parte de la gestora inicial y que está en los tribunales, retrasaban el inicio de unas obras que sólo necesitan ya el visto bueno del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. Elena, con 40 años, auxiliar administrativo y mileurista, sigue viviendo en la casa que la vio nacer y comparte habitación con su hermana. Jonás, que durante estos años se ha casado, ha tenido dos hijos y ha perdido la posibilidad de ser propietario de nada, dice sentirse víctima de una especie de maldición...inmobiliaria, claro. TOÑI FERNÁNDEZ