Manucho araña un punto de Riazor en el descuento

El Valladolid puso el juego en Riazor, la brillantez y la clase, y estuvo a punto de marcharse sin premio, pero el árbitro, el canario Hernández Hernández, descontó cuatro minutos y, en la última jugada del encuentro, Manucho rescató un punto justo ante el líder, el Deportivo, que se adelantó, de penalti en el primer acto. Los coruñeses habían resistido el empuje del segundo clasificado, pero se quedaron con la miel en los labios justo antes del pitido final y pusieron fin a su racha de trece victorias consecutivas en casa.

Del partido de Riazor, el que salió más beneficiado fue el tercer clasificado, el Celta de Vigo, que ganó el sábado al Sabadell (1-2) y recortó la distancia que le separa de los dos primeros. Respondió el encuentro a las expectativas, con Riazor prácticamente lleno y aroma de Primera División entre los dos equipos que ocupan las plazas de ascenso directo a la máxima categoría del fútbol español.

A pesar de la plaga de bajas que afectó al Deportivo, especialmente diezmado en la línea de retaguardia, los jugadores de José Luis Oltra, con el centrocampista Borja Fernández como central, salieron enchufados al césped de Riazor y, a los dos minutos, dieron el primer aviso al Valladolid.

Valerón interceptó un balón en la frontal del área, Lassad Nouioui lo recogió, regateó a Jaime, pero el portero reaccionó, tapó el hueco y el delantero, que se quedó sin ángulo, remató al lateral de la red.

El ritmo fue alto en los minutos iniciales, sin tregua entre coruñeses y vallisoletanos, aunque sin ocasiones claras hasta que Nauzet, con una falta con rosca, probó al argentino Germán Lux, que debutó en Liga como deportivista y desvió el balón a saque de esquina.

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Con esa oportunidad, el Valladolid se metió en el encuentro y, con un pase lejano de Rueda hacia Peña volvió a intimidar a los coruñeses, pero Lux salvó a su equipo con el pie. Se sentía cómodo en esos momentos el equipo de Djukic, que regresó a Riazor, su casa entre 1991 y 1997, pero el Deportivo cambió el guión del encuentro a los 23 minutos.

Con un globo desde su campo, Zé Castro sorprendió a la zaga del Valladolid pero no a Lassad, que bajó el balón y fue derribado por Jaime. El penalti, claro, lo transformó el mexicano Andrés Guardado, que anotó su décimo tanto de la temporada. El golpe del Deportivo enrabietó al Valladolid, que sobó la pelota con criterio y logró abrir huecos en la defensa rival con combinaciones rápidas en la frontal del área que no supo definir.

Nauzet perdonó a la media hora al enviar fuera una asistencia de Óscar y Lux, en el 44, logró despejar un disparo de Jofre, que se había beneficiado de un sensacional pase de Víctor Pérez. Los pucelanos subieron las revoluciones del partido antes del descanso con una jugada polémica, una caída de Nauzet ante un bloqueo de Morel prácticamente sobre la línea del área que el árbitro castigó fuera y el marcador no se movió.

El Valladolid mantuvo el nivel en el arranque de la segunda mitad, embotelló al Deportivo, pero los blanquiazules defendieron con garra y tanto Lux como Borja y el portugués Zé Castro, que se anticipó a Javi Guerra en una de las mejores jugadas de los pucelanos, evitaron que los de Djukic tuvieran éxito.

El Deportivo sufrió ante el juego plástico de su rival, aunque pudo sentenciar el partido en un contraataque que Álex Bergantiños, tras recortar en el área, culminó con un disparo sin fuerza. El Valladolid volvió a la carga con un cabezazo de Javi Guerra a falta de un cuarto de hora para el final, momento en que Djukic le sustituyó por Manucho para intentar encontrar el gol del empate, y lo logró, tras una serie de rechaces, en la última jugada del partido.

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