El 29 de septiembre, Día Mundial de la Tapa
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Turismo, se rinde homenaje a una de las principales costumbres españolas
En las próximas líneas vamos a recorrer algunas de las ciudades donde mejor se tapea. Logroño, San Sebastián, Granada, León o Madrid, son algunas de las zonas que más arraigada tienen la tradición del tapeo. Para este viaje sólo es necesario tener a punto los sentidos.
Comenzamos este viaje en San Sebastián (País Vasco). En el casco antiguo encontramos varios establecimientos con gran variedad de pinchos y a precios muy económicos. Muchos de estos bares datan de 1930. Recomendamos probar el foié a la plancha con pimienta, el pincho de morcilla y la brocheta de gambas.
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Adentrándonos por la zona más antigua de San Sebastián descubrimos un abanico de sensaciones. Ir de pinchos en este lugar es una de las cosas más agradables que podemos hacer en esta ciudad.
Una pequeña recomendación: acérquense a la barra, así estarán preparados para cuando salgan estas miniaturas con palillo.
Logroño, elegida Capital de la Gastronomía 2012
Desde San Sebastián nos vamos hasta Logroño (La Rioja). Elegida Capital de la Gastronomía 2012, recomendamos hacer lo que todos los logroñeses: en cada bar, un rioja y un pincho. La ruta arranca en la calle Laurel. Una estrecha vía que se convierte a cada paso en un escaparate minimalista de pinchos y buenos vinos. Cada establecimiento cuenta con su propia especialidad: el 'champi' del 'Soriano; el matrimonio 'del Blanco y Negro'; el 'cojonudo de la 'simpatía'; la tortilla con picante de 'El Mere'.
Y claro, si hablamos de comer también tenemos que beber. Recomendamos pedir el 'crianza' que se beba en cada bar. No hay pérdida ni posibilidad de error, desde caldos clásicos como los de CVNE, Coto, Viña Ardanza, a vinos con más cuerpo como Ramón Bilbao, Piérola. El maridaje con el pincho está asegurado.
Un truco: lo mejor es poner bote entre el grupo de amigos para no eternizase a pagar en las barras casi siempre repletas de los bares.
Con ánimo seguimos nuestro recorrido gastronómico por esta España que, aún en crisis, guarda grandes secretos, algunos relacionados con la comida.
La zona de tapas por excelencia de León es el 'barrio Húmedo'. En sus calles encontramos diferentes establecimientos que ofrecen infinidad de tapas. El bar Bacanal es famoso por sus champiñones a la plancha, acompañados por unas exquisitas patatas aliñadas.
Además no se pueden ir de León sin probar la morcilla del 'Garbanzo Negro', una delicia culinaria que tiene que competir con otras muchas como las palomas y gaviotas del 'rincón del Gaucho' o las tradicionales tapas del 'H2O' llamadas 'No sólo pan', y que no son más que exquisitas tostas de pan acompañadas por lonchas de jamón.
Madrid, de la Milla de Oro a lo 'bueno, bonito y barato'
Continuamos viaje hasta llegar a Madrid, capital de España. Modernos, castizos, vecinos de bien, mileuristas y gente de paso encuentran en la Villa y Corte su tapa.
La milla de Oro en el tapeo madrileño se encuentra en La Latina. La Cava Baja, jalonada de bares, es la columna vertebral de un barrio en el que se pasa de la croqueta a la trufa en lo que se tarda en cambiar de acera. Aquí mandan los vinos y las tostas antes de la medianoche, hora en la que el barrio se vuelve crápula. El domingo es para el Rastro. Deja que tu olfato te guíe por los bares de viejo que se esconden en el entramado del mercado. El precio es bueno y la tapa generosa. Abunda la fritanga, el montadito y la casquería, especialidad en peligro de extinción por los remilgos de los nuevos tiempos.
Los que buscan un bocado sofisticado se dejan ver por el barrio de Las Letras, donde ha abierto una nueva generación de tabernas, 'gastrobares' en los que se trabaja la tapa de alta cocina. Aunque el binomio sangría-aceituna sigue dominando la barra en esta zona, hábitat natural de los guiris. La tapa ha ganado espacio en los mercados, donde ya no se compra, se tapea. Es el caso de los turísticos mercados de San Miguel (Sol) y San Antón (Chueca), en los que se trabaja el producto de primera calidad; y eso en estas plazas se paga caro. Aunque todavía quedan mercados en Madrid, como el de Maravillas (Cuatro Caminos), en los que se encuentran bares para un tapeo bueno, bonito y barato.
Hay un refrán que dice: "no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada". Una ciudad con historia, con embrujo, impregnada de un aroma difícil de olvidar. ¡Qué bien se come en Granada! Aquí nos quedamos, en Granada. El tapeo es una de las mejores formas de conocer esta ciudad.
En este viaje recomendamos el Albaicín. Un barrio de Granada que sólo se puede calificar como único. Desde allí se puede divisar una de las mejores puestas de sol de España. Para disfrutarla hace falta andar, pues hay que subir hasta el mirador de 'San Nicolás'. Siempre repleto de turistas, en su horizonte se puede divisar la grandiosa Alhambra. Después de contemplar semejante maravilla, podemos tapear en el restaurante 'Casa Torcuato'. Ellos son especialistas en tapas de paella, de carne o pescado, abundantes y bien elaboradas.
Y si hablamos del Albaicín, no podemos dejar de lado el Sacromonte. Allí se encuentra 'Casa Juanillo'. Modesto y económico, se puede degustar su famosa tortilla 'del Sacromonte'. ¡Ah! Si tenemos suerte, podremos ver un espectáculo de flamenco, sólo si la fortuna acompaña pues estos espectáculos se improvisan.
España guarda en su interior una riqueza gastronómica que merece la pena descubrir. Preparen los sentidos y... ¡A disfrutar!
Martín Berasategui nos habla de ensaladas en 'Hoy por Hoy' (02/07/2012)
15:13
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