El Tribunal Constitucional ratifica a Pascual Sala como presidente
El alto tribunal elige para la vicepresidencia al magistrado conservador <a href="https://www.rodriguezarribas.es/abogados/ramon-rodriguez-arribas">Ramón Rodríguez Arribas</a>
El pleno del Tribunal Constitucional ha confirmado este martes en su puesto de presidente a Pascual Sala y ha elegido para ostentar la vicepresidencia de la institución al magistrado Ramón Rodríguez Arribas, tras la última renovación del tribunal, del que sale el hasta ahora vicepresidente Eugeni Gay.
Así lo ha acordado los doce magistrados que componen el pleno, mediante voto secreto, en la sesión plenaria que se ha celebrado este martes por la mañana, en la que Sala ha puesto su cargo a disposición del pleno para su confirmación o remoción. Tras esto, han elegido a Ramón Rodríguez Arribas como vicepresidente.
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La decisión del pleno tiene lugar después de que ayer tomaran posesión de su cargo los cuatro nuevos magistrados -Andrés Ollero, Juan José González Rivas, Encarnación Roca y Fernando Valdés Dal-Ré- designados tras el pacto alcanzado entre el Gobierno y el PSOE para renovar el Constitucional.
Estos cuatro magistrados ocuparán las plazas de Elisa Pérez Vera, Javier Delgado y Eugeni Gay, cuyo mandato había concluido en noviembre de 2010, y la vacante dejada en 2008 por el fallecimiento de Roberto García-Calvo, que aún no se había cubierto por la falta de acuerdo entre los partidos políticos.
Ayer mismo, Pascual Sala, en el acto de toma de posesión de los nuevos magistrados que por la mañana juraron o prometieron su cargo ante el rey, volvió a criticar la tardanza de los grupos políticos en renovar las vacantes en el alto tribunal.
Ramón Rodríguez Arribas, vicepresidente
El nuevo vicepresidente del TC, Ramón Rodríguez Arribas, considerado parte del sector conservador del alto tribunal, es magistrado del Tribunal Constitucional desde junio de 2004, cuando fue elegido para el cargo por el Consejo General del Poder Judicial. Rodríguez Arribas (Madrid, 1934) llegó al TC desde el Tribunal Supremo, donde era magistrado de la sala de lo contencioso-administrativo desde 1995.
Su primer destino fue en 1958 como secretario judicial en Teruel, tras lo que pasó por diversos juzgados de primera instancia e instrucción en Segovia, Toledo, Gran Canaria y Madrid, entre otros, llegando después a la Audiencia de Madrid y el Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad en 1991.
Es licenciado y doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y expresidente de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), mayoritaria en la carrera judicial, cargo que ocupó de 1990 a 1997.
En 1990 fue elegido también vicepresidente de la Unión Internacional de Magistrados y en 1996 accedió a la presidencia de esta organización, de la que sigue siendo presidente honorario.