¿Padeces el síndrome pre-vacacional?

'Síndrome pre-vacacional', término acuñado por algunos expertos e inventado como el resto de síndromes que describe un estado de ansiedad y angustia ante la perspectiva de semanas y semanas de ocio que asusta, bien porque no tienes con quien compartirlo, bien por exceso de compañía.

Sonia reconoce que pensar en las vacaciones le dispara sus sistema nervioso, pero que cuando llegue agosto será peor, "qué horror, no tengo nada que hacer. Todo el mundo tiene planes, tiene cosas qué hacer y yo no me puedo sumar. No me voy a ir con mis amigos con hijos, no me voy a ir con las familias". Y así, este regalo laboral se convierte en una carga, porque, convencida de que las vacaciones son cosa de como mínimo dos, para ella se abre una enorme página en blanco de cuatro semanas de ancho que no sabe cómo abarcar "casi prefiero que no haya vacaciones y seguir trabajando", confiesa.

El trabajo anestesia vacíos: conyugales, personales o sociales. De ahí que este síndrome pre-vacacional, se manifieste casi siempre en el mes de julio y casi siempre disfrazado afirma la psicóloga Carmen Muñoz "lo normal es que todo el mundo debería estar muy contento porque se va de vacaciones; entonces, ¿quién se va a atrever a decir que no le apetece?. Vienen con unos niveles de ansiedad grande, con angustia, dicen que debe ser el calor".

Esta angustia pre-vacacional puede afectar a personas que están solas, a matrimonios que apenas conviven durante el invierno, y que temen tanto tiempo libre y compartido, pero sobre todo, dice, a su consulta acuden padres jóvenes con hijos pequeños "si nos vamos a un apartamento, seguimos haciendo camas, haciendo comidas, limpiando el cuarto de baño... y al final vengo de las vacaciones a descansar a mi casa" ...Y es en ese instante cuando por algunas conciencias asoma la idea de que el trabajo, -además de un lujo para muchos-, para bastantes y por circunstancias también es una evasión.