Joss Stone vuelve a los orígenes del soul
Antes de Amy, de Duffy, de Adele... estuvo Joss Stone. Con solo 15 años deslumbró a todos con un primer disco, The Soul Sessions, al que ahora da continuación.
También de origen británico y siendo apenas una adolescente, el derroche de voz negra de Joss Stone fue toda una revelación que recuperó el sentimiento y la profundidad de la música soul para las listas de éxitos.
Empezó imitando a las grandes divas, Aretha Franklin, Carla Thomas, Sugar Billy, Laura Lee... hasta encontrar su estilo personal, tremendamente maduro para su edad pero algo menos desgarrado de lo que se estila en el género.
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Una década y once millones de discos vendidos después de aquel debut regresa con 'The Soul Sessions, Volumen 2', el sexto en su carrera, en el que además controla la producción con su propio sello discográfico. Pero muchas otras cosas han cambiado desde entonces, llegó y nos dejó Amy Winehouse, que cambió para siempre la música soul hecha en Reino Unido, y se despertó esa supernova que es Adele, capaz de batir récords de ventas de discos cuando todo el mundo se lamenta del estado de la industria. Joss Stone es consciente de este nuevo panorama y lo asume con cierta satisfacción, sabiendo que los nombres cambian pero que el soul nunca pasa de moda.
La madurez le ha sentado bien a la solista, ahora se siente liberada y es más consciente de los altibajos del estrellato. En esta ocasión defiende once covers, entre los que figuran 'I Got The Blues' de Mick Jagger y Ketih Richards, 'Teardrops' de Womack & Womack, 'One Love in my Lifetime' de Diana Ross y 'While You're Out Looking For Sugar' de Honey Cone, primer sencillo. Los matices que puede alcanzar con su prodigio vocal los ha demostrado de sobra en estos años con colaboraciones destacadas junto a Mick Jagger, Dave Stewart, Stevie Wonder y Tom Jones, entre otros.