Un hombre monta un dispositivo policial para vengarse de su expareja
Utilizó su amistad con un policía para detener a la nueva pareja de su ex y acusarle de traficar con cocaína
El Supremo ha condenado a año y medio de prisión a un hombre que utilizó sus contactos en la policía para montar un dispositivo policial y detener a la nueva pareja de su ex por traficar con cocaína. Rebajan la pena inicial por entender que el dispositivo se organizó sin fundamento pero que la detención no se realizó de manera ilegal, condenando también al policía que colaboró a tres años de prisión.
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El Tribunal Supremo ha sentenciado a un año y medio de cárcel a un hombre que utilizó sus contactos con la policía para detener a la pareja de su ex, montando un dispositivo policial y colocando una bolsa de harina en su coche para acusarle de traficar con cocaína. El condenado, David, vivía en Madrid y tenía problemas personales y judiciales con su ex pareja, de la que tenía una orden de alejamiento. Tras comentarle la situación a un amigo suyo, Joaquín, inspector jefe de la policía judicial de la Comisaría de Retiro en Madrid, comenzó a fraguarse una venganza de lo más teatral: utilizarían las influencias de su amigo para poder organizar un dispositivo policial y detener al novio de su ex pareja, acusándole de traficar con cocaína. Todo sin pruebas, todo inventado.
El maquiavélico brote de celos, según operadores judiciales, echó a andar poco más tarde, cuando los dos condenados contrataron los servicios de sendos detectives privados para que siguieran al novio e su ex y así averiguar datos sobre su lugar de trabajo o el vehículo que utilizaba normalmente. Con todos estos datos en la mano, convencieron a varios policías de que iban a Segovia a detener a un supuesto traficante de cocaína.
El hombre fue interceptado por dos vehículos policiales cuando salía de su domicilio en Segovia para ir a trabajar, vehículos conducidos por Joaquín y otros policías que trabajaban a su servicio, ajenos a la confabulación. Mientras la mayoría de los agentes registraban e identificaban al sorprendido traficante, Joaquín introdujo en su coche una bolsa con pequeñas bolas de color verdosos que simulaban ser droga. Con este pretexto, se llevaron al detenido a comisaría y tras fingir un examen de tóxicos a la bolsa, que no contenía sino harina, le dejaron en libertad.
Rebajan la pena por no considerar la detención como "ilegal"
La sala de lo penal del Tribunal Supremo ha rebajado las penas iniciales de los dos condenados por entender que, dentro de lo retorcido de la operación, la detención no se produjo de forma ilegal ya que pusieron en libertad al no-traficante dentro de los plazos establecidos, casi de inmediato. Condenan así a año y medio de cárcel a David, mientras que su colaborador policía tendrá que cumplir tres años de prisión además de seis años de inhabilitación para ejercer.