El Gobierno renuncia a la ley de mecenazgo

La futura ley de mecenazgo está articulada ya en un borrador, pero a la espera de que el impacto de sus medidas tributarias y de incentivos fiscales no dañen a la Hacienda Pública, ha explicado el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, en el Congreso.

Lassalle ha comparecido en la Comisión de Cultura de la Cámara Baja para explicar el Plan Estratégico General de su departamento hasta 2015, que tiene cinco ejes fundamentales e incluye unos 240 proyectos, pero que, a juicio de los grupos parlamentarios de la oposición, adolece de concreción.Precisamente, cuando los portavoces de los grupos parlamentarios han pedido plazos concretos para la presentación de este proyecto legislativo -uno de los ejes de esta legislatura y del plan estratégico-, el secretario de Estado ha aclarado que la ley está ya articulada en su borrador, pero a la espera del equilibrio presupuestario.

Es decir, que el texto está "a la espera de que su impacto no dañe más a la Hacienda Pública", porque incluye medidas tributarias, desgravaciones fiscales -"lo más atractivas posibles"- a las donaciones, qué donativos serán deducibles y su régimen fiscal, así como la creación de un órgano institucional de mecenazgo y el reconocimiento público de los benefactores. "Se trata de un nuevo modelo transversal, que implique a todos los poderes y al conjunto de la sociedad civil, democratizando el modelo de la cultura, que va a reducir las tutelas políticas que todos, de un modo u otro, pueden sentir la tentación de ejercer en un determinado momento", ha afirmado.

La futura ley se inspira en el modelo francés, país en el que las medidas fiscales y de incentivos han provocado que el Estado deje de recaudar 150 millones de euros, pero que se hayan propagado 800 millones en el sector cultural, según sus datos. El responsable ministerial ha negado que la cultura esté "gobernada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro", pero ha advertido, que sí está "sujeta a contingencias presupuestarias indescriptibles por la urgencia de un país con cinco millones de parados". Ahora "hay que discernir lo prioritario, que es garantizar ingresos en la Hacienda Pública", ha sentenciado el responsable ministerial, quien ha hecho un franco preámbulo al reconocer "lo frustrante y doloroso que es gestionar la cultura en estas circunstancias". "Cada euro que dejamos de emplear en cultura nos empobrece espiritual y cívicamente", ha lamentado.

En este contexto económico, la Secretaría de Estado ha presentado su "hoja de ruta", una "herramienta de gestión" elaborada por sus equipos técnicos y directivos, y que será evaluada anualmente en sede parlamentaria, según el compromiso adoptado hoy por Lassalle. Los cinco objetivos del plan, que ya habían sido adelantados en anteriores comparecencias, incluyen: articular una política de Estado; reforzar la cooperación cultural entre las administraciones públicas; impulsar la cultura como elemento esencial de proyección exterior de la marca España e incentivar la participación de la sociedad civil. Por último, se facilitará la creación salvaguardando los derechos de propiedad intelectual, aspecto en el que Lassalle ha recordado que tiene previsto una reforma parcial de la Ley de Propiedad Intelectual para subsanar los problemas urgentes de la legislación vigente, mientras se determina el futuro marco legal europeo.

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El grupo parlamentario popular ha apoyado las iniciativas del secretario de Estado, después de que el resto de grupos insistieran en recordar los perjuicios que provocará la subida del IVA en la música, el cine y las artes escénicas y pedir al secretario de Estado que "afine más". Por su parte, el portavoz socialista en la Comisión, José Andrés Torres Mora, ha reclamado también un estudio del rendimiento de la anterior ley de mecenazgo para hacer un buen diagnóstico.