Barroso apuesta por convertir la UE en una "federación de estados nación"
El presidente de la Comisión Europea critica a los líderes europeos por tratar las cumbres como ''un combate de boxeo''
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha apostado este miércoles por convertir en los próximos años a la Unión Europea (UE) en una "federación de estados nación" con una creciente cesión de soberanía a Bruselas. Además, Barroso ha criticado a los líderes europeos por tratar las cumbres como ''un combate de boxeo''.
En su discurso del estado de la Unión ante el pleno de la Eurocámara, Barroso ha afirmado que antes de las próximas elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2014 presentará un conjunto de medidas para reforzar la integración europea, un proceso que exigirá un cambio de tratado.
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Además, el presidente de la Comisión Europea ha criticado -sin nombrarlos- a los líderes europeos que tratan las cumbres como "un combate de boxeo", al tomar primero decisiones importantes y socavarlas al día siguiente, criticando los procesos o el contenido de las mismas.
"Es inaceptable presentar las cumbres como un combate de boxeo", ha señalado ante el Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo en su esperado discurso del estado de la Unión, en la que criticó que ese comportamiento -reclamar victoria o un ''KO sobre un rival''- genera más problemas de credibilidad de la UE y falta de confianza en la misma y en su determinación de salir conjuntamente de la crisis.
Durante los últimos cuatro años la UE ha tomado "decisiones inteligentes" para hacer frente a la crisis, pero los líderes no han conseguido convencer a los ciudadanos, inversores o socios internacionales, porque una y otra vez ha permitido que se extiendan dudas, apuntaló.
Dudas sobre la capacidad de responder de los Estados miembros y de cumplir sus compromisos y dudas sobre si los Veintisiete "realmente se respaldan" y muestran solidaridad para que el euro y el proyecto europeo "sea irreversible", ha explicado.
Y eso se debe en parte porque "primero se toman importantísimas decisiones en cumbres y al día siguiente las mismísimas personas las socavan", ha lamentado, provocando un problema de credibilidad y de confianza y minimizando la respuesta europea a la crisis.
Barroso ha recalcado que todo esto revela una crisis política, porque, a su juicio, si los políticos no pueden cumplir lo que han decidido entonces no podrán convencer a los demás de que van a resolver conjuntamente la crisis.
"Una crisis de confianza es una crisis política. La buena noticia es que en democracia no hay ningún problema para el que no podamos encontrar una solución política", ha agregado. Pero para ello, "Europa necesita una nueva dirección, una que no esté basada en viejas ideas sino en nuevas", ha pedido.