Seis guardias civiles, heridos leves tras un nuevo intento de salto en la valla de Melilla
Para evitar más incidentes entre el grueso de transeúntes, inmigrantes y policías, se ha cerrado el paso aduanero
Un grupo de unos cien inmigrantes subsaharianos ha protagonizado un nuevo intento de entrada a Melilla a través de la valla perimetral, pero han sido finalmente repelidos por la Guardia Civil con la colaboración de la Policía marroquí.
Aproximadamente un centenar de inmigrantes subsaharianos han intentado saltar la valla que separa Melilla de Marruecos. Los hechos se produjeron por la zona cercana al paso fronterizo denominado Farhana. Precisamente a esa hora este paso es uno de los más utilizados por los trabajadores transfronterizos que cada día van a trabajar a Melilla en diversos sectores.
Más información
La Policía marroquí , Guardia Civil y Policía Nacional, intentaron abortar este intento masivo de salto. Como resultado del enfrentamiento entre Inmigrantes y fuerzas policiales, seis Guardias Civiles han resultado heridos con traumatismos leves.
Precisamente en la reunión mantenida ayer entre el presidente del Gobierno Mariano Rajoy y el Presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, se plantearon los problemas continuados en el perímetro fronterizo, ya sea por intento de saltos, como por el apedreamiento que se realizan a la policía Nacional cuando exige el visado de entrada a ciudadanos extranjeros que no están dentro del acuerdo de vecindad, para residentes en Melilla o Nador que sólo deben presentar el DNI o tarjeta de residencia.
La presión de las mafias continúa también por otros medios habitualmente utilizados, como el de los dobles fondos.
La Guardia Civil ha interceptado un coche que ocultaba bajo sus asientos a un inmigrante
Los hechos se han producido cuando los guardias civiles de servicio en la frontera de Beni-Enzar procedieron a la inspección de un turismo matrícula marroquí, conducido por un ciudadano marroquí, único ocupante, que en esos momentos pretendía acceder a Melilla.
Al iniciar el reconocimiento, los guardias civiles observaron bajo el asiento un detalle policial apreciado en la pare trasera que levantó sospechas, dado que podía atribuirse a una manipulación no acorde con la antigüedad del vehículo, por lo que fue sometido a los detectores de latidos cardiacos, que dio resultado positivo.
Desmontado el asiento trasero se observa un dispositivo mecánico complejo que hace bascular el mismo, que oculta un doble fondo de reducidas dimensiones, donde es hallado en su interior una persona, varón de origen subsahariano que fue auxiliada a salir y atendida con primeros auxilios, ya que presentaba síntomas de entumecimiento en las extremidades inferiores, sudoración y alteración respiratoria, sin que necesitase asistencia médica posterior.
La persona allí localizada, de 20 años, de origen subsahariano, indocumentado, que dice proceder de Conakry (Guinea), ha sido puesto a disposición judicial en calidad de testigo y posteriormente entregado al Cuerpo Nacional de Policía a efectos de la aplicación de la vigente Ley de Extranjería.
El conductor es un ciudadano marroquí de 38 años de edad, que atiende a las siglas E.E.K., vecino de Selouane-Nador (Marruecos), que en ese momento fue detenido por considerarse autor de un delito de tráfico ilegal o inmigración clandestina de personas, conocido como "tráfico de personas", y que tras pasar a disposición judicial ingresó en prisión.