"La ley nos obliga a ser el brazo ejecutor de los desahucios, es terrible"

El agente de la Unidad de Intervención y Prevención, Jesús González, presidente del SUP en Ceuta, ha participado en numerosos desahucios. Son el "brazo ejecutor" en un proceso que la ley "les obliga" a hacer y relata como "el peor servicio que tienen que llevar a cabo". González ve probable que haya policías que objeten y se nieguen a participar en las ejecuciones.

Fuera de servicio y off the record numerosos agentes de la Policía Nacional denuncian y se lamentan por tener que acudir al desalojo y precinto de una vivienda tras un proceso de desahucio. Ellos son quienes lo ejecutan. Quienes, si los inquilinos se resisten, rompen puertas, ventanas, cerrojos y sacan a las familias a la calle. La Cadena SER ha recogido el testimonio de uno de estos agentes. Jesús González, policía de la Unidad de Intervención y Prevención en Ceuta, ha participado en varios alzamientos y asegura que bajo el armazón del uniforme suele haber un agente para quien realizar este servicio es el peor de todos. "La experiencia es totalmente negativa. Tanto para mí como para el resto de compañeros supone el peor servicio que te pueden encomendar. Tener que ir a una casa y echar a sus inquilinos a la calle es una situación cuanto menos dolorosa. La ley nos encarga ejecutar esa orden y nos vemos obligados a hacerlo pero es terrible".

Al salir de las casas adonde acuden a ejecutar desahucios alguno de los agentes se sienten identificados con la familia víctima del desalojo. "El policía no se puede abstraer de la situación que están viviendo esas personas a las que se va a desahuciar. Somos policías pero tenemos familia, hermanos, cuñados... Y muchos están pasando una situación familiar parecida. Obviamente llegar a un domicilio y tener que sacar a la familia, con niños de por medio... Acatamos la situación porque no nos podemos negar ¿Que hay que hacerlo? Pues si. La ley es así y nos obliga a ser partícipes de esta maquinaria, el brazo ejecutor somos nosotros. Es muy desagradable; hay niños chicos, llorando... Después te vas a casa, ves a tus hijos, te pones en esa situación y a mas de uno le cuesta conciliar el sueño".

El discurso de Jesús Sanchez no es el de un activista anti desahucios. No conoce la letra de la ley hipotecaria, no está al tanto del día a día de las plataformas de afectados, sólo sabe que se van a tomar medidas legales para atajarlo. El agente habla con la experiencia de desahucios concretos, mañanas de trabajo en las que se han subido al furgón, se han dirigido a un barrio y han hecho "su trabajo". "Es curioso, después de un desahucio, nos volvemos a montar en la furgoneta y hay un silencio especial, a nadie le apetece comentar nada". Y continúa "El otro día, por ejemplo, un compañero mandó parar el furgón tras un desahucio y vomitó el desayuno. Tenía el cuerpo malo de lo que había visto". Es más, "he visto a compañeros dentro de la casa estar con el casco y la visera bajada, yo les he dicho que no nos iban a tirar piedras, y es porque tienen las lágrimas saltadas".

Ceuta es una ciudad pequeña y como en muchas otras ciudades españolas conocen a los vecinos. "Aquí si no lo conoces personalmente los conoces de vista. ¿Y qué ves cuando entras? Madres que no tienen otro sitio donde ir. En un desahucio sólo te da tiempo a coger lo que puedas. Ves meter la ropa en bolsas de plástico y media vida se queda allí porque no se llevan todo, los recuerdos de la gente... es una situación durísima que como funcionarios del CNP nos vemos obligados pero lo hacemos como un mandado, contra nuestra voluntad"

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Posible objeción

Preparados para todo, menos para esto. Así de tajante se muestra González. "Breamos con atracos, tiroteos, navajazos, situaciones de estrés poderosas y ésta emocionalmente es muy dura. Entras al dormitorio de unos niños, ves los mismos juguetes que tienen tus hijos en casa y se te cae el alma al suelo de ver al chiquillo llorando, recogiendo...".

"No me sorprendería que algún compañero se negara a ejecutar un desahucio". Dice González, presidente a su vez del Sindicato Unificado de Policía en Ceuta, después de que su presidente, José Manuel Sánchez Fornet, anunciara que darían cobertura legal al agente que se negara a hacer este trabajo por problemas de conciencia. "Nosotros no marcamos nuestro trabajo, nos lo encomiendan. Los funcionarios del CNP estamos al servicio del pueblo y donde nos requieran no hay pega en prestar ayuda a la ciudadanía. Pero en este caso, personalmente creo que se da la contradicción de que este servicio no es una ayuda a la ciudadanía".