Este otoño, al teatro
La cartelera echa humo. Y el otoño es la época perfecta, si es que solo hay una, para rendirse al teatro. Del humor surrealista de Tricicle a los enredos amorosos protagonizados por el gran Josep María Flotats, la temporada trae un universo emocional apto para dejarse llevar. Os proponemos cuatro obras que debéis marcar en rojo en la agenda.
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Es su octavo espectáculo y dicen que quizás el último tras 32 años de carrera. Buena salud, calidad y talento para hacernos llorar de la risa no les falta a Paco Mir, Carles Sans y Joan Gràcia, o lo que es lo mismo Tricicle. Fieles a su inigualable estilo de humor surrealista están presentando Bits en el Teatro Compac Gran Vía de Madrid. La unidad mínima de información en la red da forma a un espectáculo que, a través de sus 15 sketches, tirando de una llamativa puesta en escena y con más palabra que en otros de sus montajes, se sirve de Internet y el 2.0 para hablar de lo cotidiano.
Un mentiroso compulsivo, infidelidades y una comedia que salpica. Todo atado con los mimbres de la tradición del gran teatro francés. Josep María Flotats vuelve a las tablas del madrileño Teatro Alcázar produciendo, dirigiendo y protagonizando La verdad, una obra del joven y premiado dramaturgo Florian Zeller. Acompañado por María Adánez, Kira Miró y Aitor Mazo, esta obra nos habla de un triángulo amoroso de engaños que en realidad es un cuarteto compuesto como un juego de muñecas rusas que mantiene en jaque al espectador durante toda la función.
Absolutamente actual esta obra escrita en los años 70 por el enorme premio Nobel Darío Fo y que podemos ver ahora en el Teatro Infanta Isabel. Gabriel Olivares dirige a Pablo Carbonell, Marina San José, María Isasi, Carlos Heredia e Israel Frías en esta comedia que habla de las maneras más o menos lícitas de afrontar el paro y la crisis. La obra -que el propio Fo y su mujer han adaptado a la actualidad- parte del atraco a un supermercado -¿les suena de algo a Sánchez Gordillo?- y casi de forma premonitoria habla de cómo siempre la historia se repite con los mismos verdugos y las mismas víctimas. Para levantar conciencias y reírnos, que también es muy necesario.