La estadounidense Besse Cooper, la persona más anciana del mundo según el Guinness de los Récords, murió hoy a los 116 años, según ha informado la cadena CNN. Cooper ha muerto en Monroe, en el estado de Georgia, a unos 45 minutos al este de Atlanta. Su hijo Sidney dijo que su madre «tuvo una vida larga y satisfactoria» y que sus mejores años fueron la década de sus 80. Nacida el 26 de agosto de 1896, Besse Cooper logró la distinción de ser la persona más mayor del Guinness World Records en enero de 2011. Durante un breve periodo de tiempo descendió al segundo lugar, cuando los funcionarios de los registros encontraron a una mujer en Brasil 48 días mayor que ella, Maria Gomes Valentim, pero la brasileña falleció en junio de 2011, pocas semanas antes de su cumpleaños 115. Cuando se le preguntó por el secreto de su longevidad, Cooper confesó: «Solo me preocupo de lo mío y no como comida basura». Cooper nació en Tennessee y se mudó a Georgia durante la Primera Guerra Mundial para trabajar como profesora. En 1924 contrajo matrimonio, y a su muerte tenía cuatro hijos y más de dos docenas de nietos, bisnietos y tataranietos. Sólo se han documentado ocho personas que hayan llegado a los 116 años. La persona que más años vivió, según el Guinness World Records, fue Jeanne Louise Calment, que murió en el sur de Francia en 1997 a los 122 años.