El Espanyol de Javier Aguirre coge vuelo y hunde al Deportivo de la Coruña
El Espanyol <b>sumó ante el Deportivo</b> los primeros tres puntos de la era Aguirre con un gol de Simao en el minuto 31 y <b>el segundo de Stuani a dos para el final,</b> después de perder el control del partido en la segunda parte en favor del conjunto gallego, ahora más colista
El portugués del RCD Espanyol, Simao Sabrosa, celebra su gol, primero de su equipo, durante el encuentro, correspondiente a la décimo séptima jornada de Liga en Primera División, que disputan RCD Espanyol y Deportivo de La Coruña, esta noche, en el estadi(EFE)
Hasta el tanto del uruguayo, los catalanes sufrían y su portero, Casilla, era el más ovacionado. Pero los locales lograron su meta: salir del descenso. El cuatro de Oltra, por su parte, pasará las fiestas como último clasificado de Primera y con la necesidad de darle la vuelta a la situación tras el parón navideño
El duelo arrancó con intensidad. En el minuto cuatro el árbitro no señaló un penalti sobre Sergio García tras caer en el área. El colegiado interpretó, pese a las protestas, que el punta tropezó con Aythami. No fue la única acción similar que reclamó el Espanyol. En el 13, Verdú acabó en el suelo tras la oposición de un defensa.
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Los ''pericos'' buscaban el gol sin cesar. No había tiempo para especulaciones. La sociedad entre Sergio García y Verdú daba sus frutos y ponía en aprietos a la defensa, aunque sin premio. El Deportivo, por su lado, probaba fortuna con un centro de Riki y un tiro lejano de Pizzi. Kiko Casilla pudo lucirse sin problemas. Cornellá-El Prat albergaba un partido con ritmo y fútbol directo.
De ida y vuelta. Con ocasiones, tímidas, para todos. Así fue el guión hasta el gol de Simao. El portugués, a la media hora, estuvo muy atento a la segunda jugada tras un córner y cabeceó hábilmente. La parábola fue imparable para Lux, que se estiró sin éxito.
El Deportivo estaba nervioso. Malos controles en defensa, pérdidas en el círculo central y pases imprecisos. El único aviso, y serio, fue un latigazo de Riki demasiado cruzado. Pero las ocasiones en los minutos previos al descanso fueron, en su gran mayoría, del Espanyol, dispuesto a sentenciar el partido. En la reanudación, los futbolistas de José Luis Oltra salieron más calmados. Oliveira entró por Riki con el empate como objetivo.
Le ayudaba Pizzi, con varios destellos de calidad. El control local, total tras el gol, se había reducido y volvían las tablas en todo, menos en el marcador de Cornellá-El Prat. Sergio García y Verdú eran, como en la primera parte, las grandes bazas blanquiazules, pero las fuerzas flaqueaban y las combinaciones eran menos fluidas. El Espanyol cada vez daba más facilidades y Kiko Casilla recibió aplausos en demasiadas ocasiones. El portero catalán frustró un disparo envenenado de Oliveira en el 82.
Cuando la grada empezaba a pedir la hora, llegó la tranquilidad definitiva para los locales. Stuani, sin complicaciones, controló el balón dentro del área, se giró y puso el 2-0. Incontestable. El futbolista, que jugó con más protectora por una fractura en el pómulo, tranquilizaba a Cornellá y hundía al Deportivo.
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