Decretos y silencio en el búnker de la Moncloa

A golpe de decreto ley, de polémicas reformas, de duros recortes y de un gran silencio. Así ha gobernado Mariano Rajoy en este primer año al frente de la Moncloa, que se ha convertido en todo un búnker.

El presidente no ha dudado en trasladar su peculiar estilo de oposición al Ejecutivo. Deja que sean los suyos quienes den las malas noticias, evita dar explicaciones y ha dejado que el Parlamento languidezca, compareciendo solo cuando es por obligación.

Además, su equipo, a estas alturas, está ya bastante quemado. Muchos cargos del PP creen que el más tocado es el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Por los asuntos que aborda pero, sobre todo, por la forma que tiene de gestionarlos. También señalan a Fátima Báñez o a Jorge Fernández Díaz, por sus siempre controvertidas declaraciones. Y, por supuesto Alberto Ruíz Gallardón y José Ignacio Wert. Rajoy les ha respaldado en público. Y que nadie se equivoque: ninguno va por libre.

Hasta la vicepresidenta ha sufrido un serio desgaste. Para sus compañeros de partido, Soraya Sáenz de Santamaría ha salido viva de cada problema. Pero, eso sí, "sumando arañazos". En el PP dicen que ella quiere controlarlo todo. Piensan que tiene mucha autoridad delegada pero poco criterio político propio.