El deporte pierde a Preciado y a una parte dorada del fútbol español
Un ataque al corazón derrumbó a Preciado a los 54 años en el pasado mes de junio, en Valencia. A punto de ser presentado como preparador del Villarreal, un nuevo proyecto. El mundo del fútbol perdió a uno de sus técnicos con más personalidad. Luchador infatigable, se ganó el aprecio del gran público gracias a su sencillez y honestidad
El año 2012 contempló el adiós inesperado del carismático entrenador Manolo Preciado, parte del momento reciente del fútbol español, que se despidió también de un fragmento de una de sus épocas doradas, representadas por hombres como Estanislao Basora, Jose María Zárraga o Marcos Alonso ''Marquitos''
Preciado, enaltecido por el Racing, donde jugó y por el Sporting, a quién dirigió, sobre todos, dejó huella en el fútbol español, que padeció la pérdida en el 2012 de reputados nombres que formaron parte de una época dorada, del deporte, aunque sin el brillo del que goza ahora el balón en este país.
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Basora, por ejemplo, dijo adiós el 16 de marzo. Extremo derecho del Barcelona en los años 50, es recordado como uno de los mejores de la historia del club azulgrana. Integrante del Barcelona de las Cinco Copas, junto a César, Kubala, Moreno y Manchón. Tiene en su haber cuatro Ligas, cuatro Copas y una Copa de Ferias.
El Real Madrid de las cinco Copas de Europa perdió a tres de sus representantes. Jose María Zárraga, Marcos Alonso ''Marquitos'' y Lesmes II. Zárraga, que permaneció once años en el club blanco, murió en abril a los 81 años. Marquitos se despidió un mes antes, dos años más joven, a los 79. El defensa Lesmes II se fue a los 85 años. Un hombre de club gestado en el Real Valladolid.
La historia blanca también dijo adiós a Manuel Fernández Fernández, más conocido como Pahiño, dos veces máximo goleador de la Liga en la etapa justo anterior a la que dominó el mundo. Fue el antecesor del gran mito madridista, Alfredo Di Stefano, que llegó al Santiago Bernabeu cuando él se marchaba.
El yugoslavo Miljan Miljanic aportó a la historia madridista sus dotes como entrenador. Tres años dirigió a la plantilla blanca. Dos ligas, una Copa y modernos sistemas de entrenamiento fueron el legado de un tipo de personalidad que dejó huella.
El argentino Sebastián Viberti "El Pelado" dejó huella sobre todo en el Málaga, donde fue un auténtico ídolo en sus cinco temporadas, una de las mejores del club, que pondrá su nombre a una de las puertas del estadio La Rosaleda.
La muerte de Miki Roque convulsionó el año. Por su juventud, 23 años, casi sin tiempo para implantar la ilusión en un mundo que le apasionaba. Víctima de un tumor que previamente le obligó a aparcar el fútbol y que acabó por derribar su vida, cuando aún pertenecía al Betis, que apadrinó las virtudes de un joven que sobresalía, que probó en la Premier, en el Liverpool, y que dijo adiós de golpe.
Murió en el 2012 Wlodzimierz Smolarek, a los 54 años, uno de los hombre referencia del fútbol polaco. Y el meta colombiano Miguel Calero, con 41 años, a causa de una trombosis. Miembro de la selección colombiana que ganó la Copa América del 2001.
Al margen del fútbol, el año contempló el adiós del boxeador Héctor Luis Camacho, el Macho Camacho, portorriqueño, campeón del mundo de los pesos superpluma, ligero y ligero júnior. El primer boxeador en ser reconocido como campeón séptuplo. Que destacó por sus cualidades en el cuadrilátero como por sus extravagancias.
El mundo de la canasta recordó a Orlando Woolridge. Un ala pívot renombrado de la NBA, que sobresalió por sus dotes atléticas. Un hombre de equipo que formó parte de los mejores equipos de la competición estadounidense pero que nunca obtuvo premio. De él se dijo que nunca estuvo en el momento oportuno. Formó parte de los Bulls de Chicago de Michael Jordan, en los Lakers de Magic Johnson o en Pistons de Isiah Thomas.
Víctor Cabedo fue víctima del peligro del ciclismo en la carretera. Arrollado por un coche mientras entrenaba, perdió la vida el 19 de septiembre, con 23 años. Con apenas una temporada como profesional, con el Orbea Continental, destacó pronto y dio el salto al Euskaltel Euskadi, donde le esperaba un prometedor futuro hasta que la propia carretera le tumbó.
A los 92 años falleció el italiano Fiorenzo Magni, profesional entre 1941 y 1956 durante los cuales logró 47 victorias entre las que destacan 3 victorias absolutas en el Giro de Italia (1948-1951-1955), la última victoria con 34 años y tras imponerse pocos días antes en tres etapas y el Gran Premio de Montaña de la resucitada Vuelta a España, donde tuvo un protagonismo estelar.
Así era Manolo Preciado. Reportaje de Sonia Lus en 'Hoy por Hoy' (07/06/2012)
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