Spicebomb, el estallido olfativo de Viktor&Rolf

Aunque en los últimos años las cosas se han suavizado, nadie puede dudar que por tradición el mundo de la moda y la cosmética siempre ha mimado mucho más a la mujer. Pero poco a poco todo parece estar cambiando, y no sabemos si porque las grandes firmas comienzan a mirar con otros ojos a su público masculino, o porque ése público empieza a prestar más atención a esas firmas -imposible determinar qué es la causa y qué es el efecto-, el caso es que los hombres por fin se tienen en cuenta a la hora de plantear las nuevas temporadas.

Al menos así lo han entendido los diseñadores Viktor&Rolf, que después de haber creado en 2005 una fragancia femenina totalmente explosiva llamada Flowerbomb, se preguntaron si no era hora de que los códigos de la perfumería masculina también se dinamitasen con un equivalente sorprendente, potente, sensual y audaz. ¿El resultado? Spicebomb, un perfume preparado para estallar en nuestra piel con una escritura olfativa resueltamente singular, elegante y, sobre todo, muy viril.

Al menos eso es lo que buscó el perfumista Olivier Polge, autor del Flowerbomb femenino que decidió apostar por una deflagración de especias incisivas y deslumbrantes para esta versión masculina. Así, Spicebomb nació del encuentro incendiario entre dos acordes de tonalidades casi opuestas: el primero, irresistiblemente adictivo, asociado a un corazón de especias incandescentes -chile y azafrán- que además posee la redondez masculina del cuero y del tabaco, y la fuerza bruta del vetiver. El segundo acorde, casi detonante, deja estallar las frescas notas de cáscara de bergamota y pomelo, mientras que las especias frías -elemí y pimienta rosa- imprimen su matiz helado.

Vamos, que ningún sentido quedará intacto después de enfrentarse a este perfume que se lanza esta semana en exclusiva en la perfumería de El Corte Inglés y que, más que una colonia al uso, podría definirse como un arma de seducción masiva. De ahí que el frasco que contiene el producto sea una suerte de granada reinterpretada a la medida para una fragancia como ésta. Una escultura de vidrio de formas magistrales dominada por el código de colores negro y plata, además de un gris cuyas inflexiones cálidas evocan la sensualidad del perfume que, por cierto, se libera retirando el seguro de la granada, reinterpretado con el sello característico de Viktor&Rolf.