Hillary Clinton, la infatigable luchadora
Hacemos un repaso de la trayectoria política de Hillary Clinton al frente de la Secretaría de Estado de Estados Unidos.
Hasta su incorporación al Ejecutivo Obama, la figura de Hillary Clinton se asociaba a su papel de primera dama durante el mandato de su marido Bill, entre 1992 y 2000. Sin embargo, la hasta ahora secretaria de Estado de Estados Unidos ha dejado clara su intención de ocupar los primeros puestos en el terreno de la política.
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Considerada en varias ocasiones una de las mejores abogadas de Norteamérica, Bill Clinton ya anunció en campaña que, de ser elegido, Estados Unidos estaría recibiendo a dos por el precio de uno. Ya fuera buscando la reforma del complejo sistema sanitario estadounidense -aun sin resultados- o defendiendo los derechos de las mujeres, Hillary Clinton demostró ser una incansable luchadora dispuesta a seguir adelante a pesar de los obstáculos -escándalos sexuales de su marido incluidos-.
Tras finalizar el mandato presidencial de Bill, Hillary comenzó realmente su carrera en política, y tras ser durante 7 años senadora por Nueva York, anunció su precandidatura a las elecciones presidenciales de 2008. Todas las quinielas apuntaban a que Clinton sería la candidata demócrata, pero el efecto Obama pudo también con Hillary, a pesar de la enconada batalla entre candidatos.
Si bien las diferencias entre ambos parecían insalvables, lo cierto es que, nada más retirar su candidatura, Hillary se convirtió en una firme defensora de Barack Obama de cara a las presidenciales -como ella misma afirmó, "hemos luchado codo con codo en unas primarias duras [...] pero a partir de ahora estaremos juntos, hombro con hombro"-. Tras el triunfo de los demócratas, Obama propuso a Hillary Clinton como nueva secretaria de Estado, cargo que ocupó a partir de enero de 2009.
Durante estos cuatro años como principal embajadora de asuntos exteriores, Hillary apostó por mejorar las relaciones a nivel internacional, un tanto maltrechas tras la Administración Bush, política que sufrió un traspiés cuando Wikileaks desveló más de 250.000 cables sobre la diplomacia estadounidense, en lo que Clinton definió como "un ataque a la comunidad internacional, a las alianzas y negociaciones que hay en marcha a nivel internacional para buscar la paz y la prosperidad en el mundo".
La secretaria de Estado también ha tenido que lidiar a lo largo de sus cuatro años frente al Departamento con las revoluciones árabes, con los eternos desencuentros y conflictos entre Israel y Palestina, y con la operación de caza de Osama Bin Laden. Sin embargo, el momento más difícil y delicado para la secretaria de Estado fue el ataque al consulado de Estados Unidos en Benghazi tras la divulgación de un vídeo contra Mahoma, en el que el embajador Chris Stevens murió.
En plena campaña electoral entre Barack Obama y Mitt Romney, Hillary Clinton dio un paso al frente y asumió la responsabilidad del suceso, del que dio explicaciones el pasado 23 de enero, donde tuvo la oportunidad de defender su actuación. "Para mí esto no es un tema de política, es un tema personal", aseveró Clinton. "Ha sido uno de los mayores honores en mi vida estar al frente de los hombres y mujeres del Departamento de Estado estadounidense".
A pesar de todo, lo cierto es que en estos cuatro años, no hay una gran acción o momento culminante por el cual la actividad de Hillary Clinton como secretaria de Estado vaya a pasar a la historia, aunque Obama haya afirmado recientemente en una entrevista conjunta que será recordada "como una de las mejores secretarias de Estado que hemos tenido". Quizá el gran momento de Hillary llegue en 2016, si finalmente se presenta como candidata a las presidenciales.