Un preso de Soto del Real pone en peligro a funcionarios e internos al quemar el colchón de la celda de aislamiento

El suceso se produjo el pasado martes día 12 cuando el interno español F.H.R. Tuvo que ser recluido en una celda de aislamiento debido a la reacción violenta que tuvo al comunicarle que iba a ser trasladado de nuevo a los módulos de primer grado, donde se encuentra los reclusos más peligrosos y con condenas más largas.

En principio, los responsables del centro habían permitido su traslado al "módulo de respeto", a pesar de estar clasificado en primer grado, para ver su evolución. El equipo técnico le aplicó el artículo 100. 2 del Reglamento Penitenciario que permite hacer más flexible la clasificación de los reclusos. En esas dependencias conocidas por los funcionarios e internos como el "módulo de respeto", conviven penados menos conflictivos que se han acogido a programas de reinserción y realizan actividades y trabajos para la cárcel. Sin embargo, el recluso F.H. R no se adaptó a las nuevas circunstancias, ni participaba ni acataba las normas.

Una vez que le comunicaron que iba a ser trasladado de nuevo a los módulos de primer grado, el recluso se resistió, amenazó a los funcionarios y arrancó el teléfono de pared desde donde realizan las llamadas al exterior. Con el teléfono como ariete, arremetió contra los cristales blindados del recinto donde se encuentran vigilando los funcionarios.

Oculto en el recto

El jefe de servicio, varios funcionarios y algunos reclusos intentaron reducirle y consiguieron inmovilizarle. De ahí, fue trasladado a la celda de aislamiento donde le ataron a la cama, después de registrar a fondo sus pertenencias y tras un cacheo personal.

Sin embargo, el preso logro zafarse de una de las correas y prendió fuego al colchón, al parecer, con un mechero de plástico que había ocultado en el recto

El colchón es ignífugo pero la humareda hizo intervenir a los funcionarios que sofocaron el conato de incendio y trasladaron al recluso a la enfermería donde no se le apreciaron lesiones.

En cambio, varios funcionarios y otros tres reclusos tuvieron que ser atendidos de diversos golpes y contusiones leves tras el forcejeo con el interno.