La crisis lleva a los jóvenes españoles a aceptar los 'mini-jobs' y los 'mini-pisos'
El paro juvenil (menores de 25 años) supera en España el 55%, según la última Encuesta de Población Activa. Este dato es clave para entender los resultados que ha arrojado el ObSERvatorio que ha elaborado la empresa demoscópica My Word para la Cadena SER sobre los jóvenes de entre 22 y 30 años de nuestro país. La dura crisis que azota España desde 2008 ha provocado que los jóvenes acepten mayoritariamente los 'mini-jobs' y los 'mini-pisos'.
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Los 'mini-jobs' son contratos de trabajo temporal de un máximo de 15 horas semanales y sueldos que rondan los 400 euros al mes. Pues bien, casi seis de cada diez jóvenes españoles de entre 22 y 30 años están a favor de la existencia de los 'mini-jobs', según el ObSERvatorio. Sólo el 31,2% de los encuestados se muestra en contra de este tipo de contratación precaria. Un 10% no se pronuncia. El apoyo a los 'mini-jobs' es mayoritario en todos los perfiles ideológicos.
Los jóvenes se dividen a partes iguales entre los que, si pudiesen elegir, preferirían ser asalariados (un 47%) y los que se inclinan por tener su propio negocio o empresa (un 44,3%), así que la actitud emprendedora está bastante extendida entre los jóvenes. También se dividen casi a partes iguales entre los que preferirían trabajar en el sector público y los que optarían por el sector privado. Si pudieran elegir, la gran mayoría de los jóvenes, el 78%, preferiría además trabajar a tiempo completo con un sueldo en consonancia a la dedicación que hacerlo sólo a tiempo parcial.
Igual que los jóvenes están a favor de los 'mini-jobs', también es mayoritario el apoyo entre los jóvenes a la existencia de los 'mini-pisos', viviendas de protección oficial de unos 30 metros cuadrados. El 53% de los jóvenes está a favor de los 'mini-pisos' y el 38% en contra. Un 9% no se pronuncia.
¿Qué ofertas de trabajo aceptarían?
El ObSERvatorio también ha preguntado a los jóvenes por las ofertas de trabajo que estarían dispuestos a aceptar si se encontrasen en paro. La opción preferida por los jóvenes es la de realizar un trabajo en una ciudad española pero distinta de la que viven. El 56% aceptaría la oferta. En el caso de que la opción sea irse al extranjero, el 50% estaría dispuesto. Todo indica, según la encuesta, que las ataduras familiares constituyen el principal freno para la movilidad.
La segunda opción más extendida es aceptar un trabajo que no guste pero que tenga un buen sueldo. Lo haría un 54%. En cambio, un 43% sacrificaría parte del sueldo con tal de trabajar en algo que le guste. A lo que menos dispuestos están los jóvenes españoles es a aceptar un trabajo que les dejase poco tiempo libre. Sólo dos de cada diez aceptarían ese empleo y eso que la alternativa que se les ofrecía en la pregunta era estar en el paro.
La mayoría de los jóvenes sobrevive gracias a ayudas
Teniendo en cuenta la catastrófica situación del empleo juvenil, surge una pregunta a la que el ObSERvatorio ha intentado dar respuesta: ¿De qué viven nuestros jóvenes? Pues la mayoría sobrevive gracias a las ayudas que provienen de la familia, de los amigos o del Estado. Sólo el 38% de los encuestados, que tienen entre 22 y 30 años, vive exclusivamente de sus ingresos. El 21% vive de la ayuda que le prestan familiares o amigos. El 19% de sus ingresos con ayuda familiar. El 13% de otras ayudas. El 8% del paro.
Frustración de las aspiraciones vitales
La falta de independencia económica tiene serias consecuencias. De hecho, está llevando a muchos jóvenes a ver frustradas sus aspiraciones vitales. Uno de cada dos afirma que le gustaría independizarse pero que le resulta imposible hacerlo, uno de cada dos querría comprarse una casa pero no puede hacerlo y a casi cuatro de cada diez les gustaría tener hijos ya pero no pueden permitírselo en estos momentos. En cuanto a las metas de los jóvenes, el éxito en la relación de pareja y ser buen padre o madre son las más señaladas cuando se les pregunta por el grado de importancia de los distintos objetivos de su vida. La segunda opción es tener más tiempo libre para sus aficiones y en tercer lugar se sitúa el éxito profesional. Los jóvenes sitúan en último lugar el objetivo de alcanzar un buen nivel de vida material.
Muchos jóvenes han perdido el interés por la política
El ObSERvatorio también ha preguntado sobre las inclinaciones políticas de nuestros jóvenes. La mayoría, el 36% se define como progresista, el 28% liberal, el 12% conservador y el 24% prefiere no definirse. El 44% de los encuestados cree que su generación ha perdido el interés por la política. Eso no impide, sin embargo, que la mayoría, el 55%, piense que ha llegado el momento de reformar la Constitución.
Los jóvenes, según el ObSERvatorio, no tienen la sensación de pertenecer a una generación con características únicas pero sí creen que son singulares en lo que respecta a la educación recibida. Consideran que es mejor que la de generaciones anteriores. Sin embargo, pese a ser una generación mejor formada también creen que tienen más dificultades que las que tuvieron sus padres. También consideran que queda mucho por hacer en pro de la igualdad entre hombres y mujeres. Sólo el 25% cree que hay igualdad real entre hombres y mujeres.
Más internet, menos cine y copas
Por último, el ObSERvatorio también ha intentado radiografiar el estilo de vida de nuestros jóvenes. Casi siete de cada diez jóvenes ven series o películas descargadas de internet a diario o los fines de semana. En consecuencia, van menos al cine. La mitad de los encuestados asegura que lee novelas o ensayos y dice hacer ejercicio a diario o los fines de semana.
En contra del tópico dominante, los jóvenes sí se informan de la actualidad. El 70% asegura que lo hace a diario. Se informan más los hombres que las mujeres y también más los progresistas que los conservadores.
El 81% de los jóvenes se conecta a las redes sociales a diario. Sin embargo, sólo el 31% afirma salir de copas casi todas las semanas. Los jóvenes ven más a sus amigos en casas. En este caso las mujeres se conectan más a las redes sociales y los hombres salen más de copas, según la encuesta.
Un tópico que sí se confirma es que siete de cada diez jóvenes aseguran que no se separan nunca o casi nunca de su móvil.